La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, dijo el viernes que a algunos estadounidenses les resultará “difícil” dejar de usar cubrebocas, pese a que la agencia anunció que las personas completamente vacunadas contra el coronavirus ya no necesitan mascarilla en la mayoría de los escenarios.
Los CDC tomaron un paso importante hacia el regreso a la normalidad el jueves, cuando relajaron sus normas sobre el uso de cubrebocas para permitir que la población vacunada deje de utilizarlos en multitudes en espacios abiertos y en gran parte de las situaciones en lugares cerrados.
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Pese a ello, algunas personas podrían “querer seguir usando un cubrebocas, porque hemos estado usando mascarillas durante 15 meses, y será difícil dejarlas ir”, afirmó Walensky en una entrevista con NBC.
“Cada quien debería ser capaz de hacerlo en su debido tiempo”, aseveró la directora de los CDC.
Los comentarios de Walensky hicieron eco al mensaje del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien en un discurso el jueves señaló que algunas personas podrían “simplemente sentirse más cómodas usando una mascarilla”, incluso después de haberse vacunado.
La nueva directriz de los CDC aún exige el uso de cubrebocas en autobuses, aviones, hospitales, prisiones y refugios para personas sin hogar, entre otros lugares, pero impulsará los esfuerzos para reabrir oficinas, escuelas y otros sitios.
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Al anunciar el cambio, Walensky aseguró que “todos anhelábamos este momento” y dijo: “Si están completamente vacunados, pueden comenzar a hacer las cosas que dejaron de hacer debido a la pandemia”.
Hasta la fecha, unos 154 millones de estadounidenses, más del 46% de la población, han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus, y más de 117 millones han completado el esquema de inoculación.
