EFE.- La ciudad de Palm Beach, en el sureste de Florida, donde tiene su domicilio Donald Trump desde enero pasado, decidió este viernes que el expresidente del país tiene derecho a residir en su club Mar-a-Lago.
John Randolph, abogado de la ciudad, consideró que un acuerdo de 1993 entre la ciudad y Trump no prohíbe específicamente que él resida allí, según dijo al diario local Daily News Palm Beach el administrador de la ciudad, Kirk Blouin.
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La decisión se produce luego de que varios medios han señalado que Trump prepara su traslado durante el verano a su club de golf de Bedminster, en Nueva Jersey.
Desde el pasado 20 de enero, cuando Donald Trump dejó la Casa Blanca tras ser derrotado en noviembre pasado por el demócrata Joe Biden, el republicano se fue a vivir con su familia al club, pero desde antes estaba en entredicho si podía residir en la propiedad por cuestiones legales.
Según la demandas de vecinos de Mar-a-Lago, el republicano perdió su derecho a residir permanentemente en esa propiedad cuando en 1993 llegó a un acuerdo con las autoridades para convertirlo en un club privado.
A cambio de mantener la antigua mansión existente en la propiedad de 7.2 hectáreas, que adquirió en 1986, al expresidente se le permitió convertirla en un club privado. Sin embargo, se acordó que los socios no podían vivir en el club por periodos prolongados.
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El abogado de la ciudad ratificó una recomendación inicial en la que consideró que no existe impedimento legal para que vivan en el club los “empleados de buena fe”, categoría en la que se incluye el propietario, Donald Trump, según el diario de Palm Beach, al norte de Miami.
El medio señala que tras la decisión, la ciudad no va a tomar ninguna acción.
Además de cuestiones legales, vecinos han manifestado preocupaciones por la seguridad de los residentes por eventuales manifestaciones de los seguidores del empresario al señalar que Mar-a-Lago se ha convertido en la “Oficina del 45 presidente de los Estados Unidos”.
A finales de 2019 y cuando todavía era presidente, Donald Trump, su esposa, Melania, y el hijo de ambos, Barron, establecieron su domicilio legal en esa mansión para trasladarse finalmente en enero pasado.
