Por Tania Rosas
La construcción y operación de la Línea 12 del Metro ha estado marcada por las irregularidades. Los informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) confirman que año con año, desde el 2010, se advirtió al gobierno capitalino de obras de mala calidad, pagos indebidos a los contratistas, trabajos que no se llevaron a cabo, falta de penalizaciones por incumplimiento y posibles daños millonarios al erario.
En 2010 se dio a conocer la primera auditoría, correspondiente a la Cuenta Pública de 2009, es decir, los recursos aplicados en 2009 al proyecto insignia del gobierno capitalino.
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Estas son las principales irregularidades detectadas:
Cuenta Pública 2009:
La ASF determinó en primera instancia el manejo irregular de 5 mil 130 millones de pesos, monto que después fue aclarado y subsanado por el gobierno capitalino.
El máximo órgano fiscalizador del país emitió un dictamen negativo al revisar el proyecto integral a precio alzado y tiempo determinado para la construcción de la Línea 12, adjudicado a ICA-Alstom-Carso.
“El Gobierno del Distrito Federal no cumplió con las disposiciones normativas aplicables a la autorización, planeación, programación, presupuestación, licitación, contratación y ejecución de los recursos canalizados al proyecto”, enfatizó.
Advirtió que el primer convenio modificatorio con el consorcio constructor fue indebido y hubo “modificaciones con ventaja para el consorcio de índole personal”.
Cuenta Pública 2010:
La ASF detectó trabajos de mala calidad en muros, columnas, escaleras y trabes. Se dejó expuesto el acero estructural, segregación, abombamiento y fracturas en el concreto hidráulico. Pese a que los contratistas realizaron los trabajos correctivos en las zonas afectadas, de nuevo se presentaron fisuras y desprendimientos en las zonas restauradas.
Las fallas afectaron las estaciones Tláhuac, Tlaltenco, Periférico Oriente, Parque de los Venados y Zapata, además de los intertramos Tláhuac–Tlaltenco, Periférico Oriente–Calle 11 y Parque de los Venados–Zapata.
La ASF auditó el proyecto integral a precio alzado y tiempo determinado para la construcción de la Línea 12, el cual fue adjudicado a ICA-Alstom-Carso. El gobierno capitalino giró oficios a las áreas responsables, así como a la empresa supervisora para que corrigieran fallas.
Cuenta Pública 2011:
La ASF pidió al gobierno del Distrito Federal que aclarara 32.1 millones de pesos por obra no ejecutada en la estación Ermita de la Línea 12 del Metro.
Observó que tanto en el proyecto ejecutivo como en el Sistema de Instalaciones Mecánicas se indicó que se colocarían 145 escaleras mecánicas en las 20 estaciones de la Línea 12 del Metro con un monto de 87 millones de pesos, pero sólo se instalaron 109. El consorcio constructor también debía colocar 50 elevadores para minusválidos con un importe de 69.6 millones de pesos y sólo se instalaron 47.
Cuenta Pública 2013:
En la auditoría a la entrega-recepción, certificación y puesta en operación de la Línea 12 del Metro, la ASF identificó que el consorcio constructor no suministró ni instaló los equipos de ventilación menor, equipos de bombeo de aguas freáticas, ni ejecutó los protocolos de pruebas.
Tampoco construyó la pasarela en el paradero de la Terminal Mixcoac, ni colocó 464 metros de manta elastomérica, mientras que 2 mil 164 metros no cumplían con la especificación autorizada. Pese a los incumplimientos en el programa de trabajo no se le aplicaron penalizaciones.
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La Dirección de Diseño de Instalaciones Electromecánicas y la Jefatura de Unidad Departamental de Diseño de Vías, no atendió la información sobre el desgaste prematuro de rieles en curvas de radios menores a 380 metros y fallas en las grapas nabla.
Cuenta Pública 2015:
Comenzaron las auditorías a las obras de ampliación de la Línea 12 que correrá de Mixcoac a Observatorio. Se detectaron pagos indebidos por 8.1 millones de pesos por la duplicidad de actividades en contratos de servicios, entre otras irregularidades.
La ASF reveló que el gobierno capitalino revisó de forma incorrecta las propuestas de la licitación pública nacional para contratar trabajos de construcción de la obra civil y obras complementarias para la ampliación de la Línea 12 en su primera etapa, ya que no otorgó puntos a la propuesta más baja económicamente que ocupó el segundo lugar, aún cuando cumplió lo solicitado.
Cuenta Pública 2016:
En la revisión del proyecto de ampliación de la Línea 12, la ASF observó que el gobierno capitalino no contaba con la documentación de la propiedad de nueve predios faltantes para la realización de la primera etapa del proyecto.
Determinó que se podían recuperar 257 millones de pesos y recomendó al gobierno implementar mecanismos de control para que se verifique el debido cumplimiento de los compromisos en la realización de obras.
Cuenta Pública 2017:
En el transcurso de la revisión se recuperaron recursos por 12.2 millones de pesos por la intervención de la ASF.
Entre las observaciones que se hicieron se encuentran pagos en demasía a contratistas y calidad deficiente en el suministro y colocación de adoquín tipo cruz, ya que se encontraba fracturado y desnivelado.
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Cuenta Pública 2018:
En la auditoría a la ampliación de la Línea 12, la ASF acreditó la desviación de 40 a 45 cm en un tramo de túnel y que los equipos y materiales relativos a la construcción de la obra electromecánica no se habían instalado.
Reveló que el gobierno de la Ciudad de México debía aclarar 130 mil 499 pesos por diferencias de volumen en el suministro, fabricación y colocación de concreto y el suministro y colocación de fibras de acero.
También dio a conocer que el gobierno no adquirió oportunamente la propiedad o derechos de propiedad de predios para que se llevaran a cabo los trabajos de construcción de forma ininterrumpida.
Cuenta Pública 2019:
La ASF detectó un probable daño a la Hacienda Pública Federal por 72.8 millones de pesos en la ampliación de la Línea 12 del Metro, de los cuales 31.6 millones de pesos fueron por trabajos de captación pluvial en obras subterráneas que no cumplieron con la calidad establecida en el proyecto ejecutivo y sus especificaciones, lo que provocó escurrimientos en las columnas centrales en la bóveda de la estación Álvaro Obregón y en el intertramo Observatorio-Barranquilla. Del total del probable daño al erario, 41.2 millones de pesos fueron por la falta de verificación de los trazos de los levantamientos topográficos del proyecto ejecutivo.
