Víctor Casarreal
México es potencia mundial en clavados, se codea con los grandes países como China, Rusia, Gran Bretaña o Estados Unidos. En cada edición de los Juegos Olímpicos, la esperanza de medalla está puesta en esta disciplina.
De las 69 medallas olímpicas que tiene México en su historia, 14 se han logrado en los clavados, que representan la quinta parte de la cosecha con un 20.29 por ciento.
La historia comenzó en Londres 1948 y fueron cuatro ediciones seguidas donde los clavados dieron a la cara por México.
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EL INOLVIDABLE JOAQUÍN CAPILLA
Joaquín Capilla fue el primero en subir al podio en esta disciplina, tras conseguir la presea de bronce en la plataforma de 10 metros, en la edición de Londres 1948. En Helsinki 1952, Capilla le dio a México su única medalla al ganar la plata, también en la plataforma.
Cuatro años más tarde, en Melbourne 1956, Joaquín repitió como el único mexicano con presea en los Juegos Olímpicos, pero lo hizo por partida doble, pues se colgó el oro en plataforma y además conquistó el bronce en el trampolín, para ser hasta la fecha el máximo ganador de medallas para México con cuatro en cualquier disciplina.
Para los Juegos Olímpicos de Roma 1960 fue Juan Botella Medina el que ganó medalla en los clavados, al subir al podio en el tercer lugar en el trampolín.
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LA SEGUNDA CAMADA
Tras la ausencia de preseas en clavados en Tokio 1964, Álvaro Gaxiola continuó con la tradición al quedarse con la plata en la plataforma de 10 metros.
Los clavados vivieron una crisis en México, pues fue hasta la edición de Moscú 1980, cuando se volvió a subir al podio con la medalla de bronce ganada por Carlos Girón en el trampolín. En Seúl 1988, Jesús Mena ganó el bronce en la plataforma.
México paso por una segunda crisis al no subir al podio en las siguientes dos ediciones: Barcelona 1992 y Atlanta 1996.
Fue en Sídney 2002 cuando los clavados volvieron a dar medallas con la plata en el trampolín que se colgó Fernando Platas. Sin embargo, en Atenas no se logró presea en esta disciplina.
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LAS MUJERES A ESCENA
Fue en la edición de Beijing 2008 cuando las mujeres también empezaron a colaborar con las medallas en los clavados, pues Paola Espinosa y Tatiana Ortiz consiguieron el bronce en los sincronizados desde la plataforma.
En los Juegos Olímpicos de Londres, los clavados le dieron a México tres de las ocho preseas que se ganaron. Paola Espinosa repitió como medallista en la plataforma, pero ahora con la plata y con Alejandra Orozco como su compañera en sincronizados.
A su vez, Laura Sánchez consiguió la primera medalla para México de manera individual al ganar el bronce en el trampolín.
La dupla conformada por Iván García y Germán Sánchez se sumaron a la fiesta en la piscina de Londres al colgarse la plata en los sincronizados desde la plataforma.
Para Río de Janeiro 2016, Germán Sánchez consiguió su segunda medalla olímpica, también en la plataforma de diez metros, pero ahora en la competencia individual.
En Tokio 2020 la delegación de clavados buscará ganar más preseas para mantenerse como la disciplina que más medallas olímpicas ha cosechado para México, pues tiene 12 plazas para la próxima justa veraniega.
