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AP.- El principal negociador comercial de Estados Unidos iniciará conversaciones con la Organización Mundial del Comercio sobre las formas de superar los problemas de propiedad intelectual que están impidiendo que las vacunas contra la Covid-19 de necesidad crítica, se distribuyan más ampliamente en todo el mundo, dijeron este domingo dos funcionarios de la Casa Blanca.
La Casa Blanca ha estado bajo presión en las últimas semanas para unirse a un esfuerzo de los legisladores en el país y los gobiernos en el extranjero para renunciar a las reglas de patentes para las vacunas para que los países más pobres puedan comenzar a producir sus propias versiones genéricas de las dosis para inmunizar a sus poblaciones.
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La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, iniciará conversaciones con la organización comercial “sobre cómo podemos lograr que esta vacuna se distribuya de manera más amplia, tenga más licencias y se comparta más ampliamente”, dijo el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain.
Klain y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan afirmaron que la administración tendrá más que decir al respecto en los próximos días.
Sullivan declaró que la administración cree que las empresas farmacéuticas “deberían suministrar a todo el mundo a gran escala y a un costo para que no haya barreras para que todos se vacunen”.
Agregó que Estados Unidos ha enviado a India suficiente materia prima que necesita para producir 20 millones de dosis de vacunas de inmediato. India está luchando contra un nuevo aumento mortal de infecciones y muertes por coronavirus.
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La oficina de Tai no respondió este domingo a una solicitud por correo electrónico de detalles adicionales después de los comentarios de Klain y Sullivan.
El senador Bernie Sanders, quien se encuentra entre un grupo de senadores demócratas que están presionando a la Casa Blanca sobre el tema, dijo que la situación es “moralmente objetable”.
Afirmó que, cuando están en juego millones de vidas, se debe decir a las compañías farmacéuticas que “permitan que otros países tengan estos derechos de propiedad intelectual para que puedan producir las vacunas que se necesitan desesperadamente en los países pobres”.
“Hay algo moralmente objetable en que los países ricos puedan obtener esa vacuna y, sin embargo, millones y miles de millones de personas en los países pobres no pueden pagarla”, sentenció Sanders.
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