Niños de Chilapa, Guerrero, exigen a autoridades un alto a la violencia e inseguridad

Niños de Chilapa, Guerrero, exigen a autoridades un alto a la violencia e inseguridad
FOTO: Alina Navarrete

Alina Navarrete / Corresponsal 

En Guerreroniñas y niños de distintas comunidades de la zona náhuatl de Chilapa de Álvarez y José Joaquín Herrera celebraron el Día del Niño con una marcha en la que exigieron a las autoridades alto a la violencia e inseguridad. “Ni pistolas ni amapolas, queremos ver las olas”, coreaban los menores a su paso por Alcozacán, localidad sede de la manifestación.

La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Fundadores (CRAC-PF) y el Consejo Indígena Popular de Guerrero Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) convocaron a la movilización en Alcozacán, debido a que pondrían armas en las manos de niñas y niños indígenas; sin embargo, en lugar de pistolas les entregaron juguetes.

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La marcha comenzó alrededor de las 10:30 de la mañana de este viernes, los pequeños recorrieron de ida y vuelta un tramo de la carretera Alcozacán-Ayahuatempa, hasta llegar a la cancha techada de la primera comunidad. Ahí, una adolescente leyó un comunicado en el que la niñez de la zona responsabilizó a los grupos criminales “Los Ardillos” y “Los Rojos” de la violencia, que los ha orillado a protestar para exigir vigilancia.

“¿Qué quieren los niños? Justicia”, gritaban a lo largo del evento. También portaban cartulinas con mensajes escritos por ellos mismos: “Alto a la violencia sexual” y “Queremos viajar libremente”, se leía, en alusión a los constantes crímenes que mantienen a los habitantes en una situación vulnerable, por la que se han visto obligados a abandonar sus hogares.

Alcozacán está ubicada a una hora y media de Chilpancingo, capital de Guerrero. En la carretera, las curvas, topes y baches complican el acceso. En la vialidad hay un retén del Ejército, mientras que la Guardia Nacional y la Policía Municipal realizan recorridos constantes. Especialmente después de que en Ayahuatempa, municipio de José Joaquín Herrera, la Policía Comunitaria incluyó a menores de edad en sus filas, ante la falta de atención de las autoridades.

Para la CRAC-PF y el CIPOG-EZ, no fue opción armar a niñas y niños, sino protestar para exigir mejores condiciones de vida. Los pobladores pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Héctor Astudillo Flores no juzgar a los habitantes por las protestas ni por tomar las armas.

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Ante los asesinatos, las desapariciones y los desplazamientos forzados por la violencia, las niñas y los niños pidieron únicamente justicia, paz y que las autoridades les devuelvan la libertad que los criminales les han arrebatado.

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