Debido al cansancio que les ha provocado la atención a pacientes durante la pandemia de Covid-19, entre otros factores, aproximadamente 3 de cada 10 trabajadores de la salud en Estados Unidos han pensado en dejar su profesión, de acuerdo con una encuesta realizada por el Washington Post y la Fundación Kaiser Family.
Según el medio estadounidense, más de la mitad del personal sanitario está agotado, y aproximadamente 6 de cada 10 trabajadores de la salud dicen que el estrés causado por la pandemia ha dañado su salud mental.
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Enfermeras, médicos e incluso personal administrativo médico y dentistas, quienes no han tratado directamente con pacientes con Covid-19, dicen que la pandemia les ha provocado, entre otras cosas, daños emocionales y problemas para de tabaquismo.
“Te sientes prescindible. No se puede dejar de pensar en cómo este país nos envió al frente sin el equipo necesario para la batalla”, dijo al Post Sharon Griswold, doctora de sala de emergencias en Pensilvania.
“La mayoría de nosotros nos metimos en esto para salvar vidas. Pero cuando la muerte sopla a tu alrededor como un tornado y no puedes hacer mella en nada, te cuestionas si estás haciendo alguna diferencia”, agregó Megan Brunson, enfermera en Dallas.
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La encuesta del Post y la Fundación Kaiser Family encontró también que la mayoría de los trabajadores de la salud dicen que se sienten respetados por el público en general y los pacientes con los que interactúan, pero creen que los estadounidenses no están tomando las precauciones suficientes para prevenir la propagación de la pandemia de Covid-19 en el país.
Agrega además que aproximadamente 7 de cada 10 trabajadores de la salud consideran que Estados Unidos ha tenido un desempeño “malo” o “sólo aceptable” manejando la pandemia, que ya ha dejado 31.8 millones de contagios en el país y al menos 569 mil fallecidos por el virus.
“Tenemos que dejar de tratarlos como héroes y empezar a tratarlos como seres humanos”, dijo Mona Masood, una psiquiatra que ha asesorado a decenas de médicos en temas crisis mental en los últimos meses. “Sigo diciéndoles: ‘No tienes que prenderte fuego para mantener calientes a otras personas’. El cuidado de la salud no puede consistir únicamente en mejorar a los pacientes. También tenemos que cuidar de los curanderos”.
