Tortilla en los 18 pesos por aumentos en precios de maíz, combustibles, luz y refacciones

Tortilla en los 18 pesos por aumentos en precios de maíz, combustibles, luz y refacciones
Foto: Shutterstock

De acuerdo con productores de tortilla, el importe del alimento se ha incrementado por el aumento en los precios de los insumos para su producción, desde los combustibles, energía eléctrica y refacciones, hasta el grano amarillo que ha aumentado en los últimos seis meses casi 33%.

En entrevista con con Roberto Sámano, coordinador operativo de Grupo Samasa, en el Estado de México, mencionó que los precios del gremio oscilan entre los 12 y 18 pesos el kilo al público, aunque todo depende del proveedor de maíz con el que se tenga convenio y de sus costos de operación para hacer la tortilla.

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En relación con cifras de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), al 18 de abril se registró un precio máximo de hasta 18 pesos por kilogramo de tortilla en el área metropolitana de la Ciudad de México y Estado de México, sin embargo, la dependencia menciona que el promedio para la zona alcanza solamente los 13.93 pesos.

El ejecutivo mencionó que, “Grupo Samasa lleva 14 años con un apoyo a la economía familiar con la tortilla a bajo costo y lo ha tratado de mantener actualmente con un precio de alrededor de 12 pesos por kilogramo, pese a que el incremento en insumos ya está fuera de control”, y destacó que, “lo más duro ha sido en el aumento del gas y el maíz”.

“Nosotros por el volumen que manejamos, compramos el maíz directamente con los productores, sin embargo, el precio de la tonelada ha subido en seis meses. Antes pagábamos 5 mil 500 pesos y ahora son 7 mil 300 pesos”, dijo el tortillero.

Reconoció que hay un acaparamiento del grano y que posiblemente suban los precios de manera general en el corto plazo, no obstante, hizo énfasis en que, subir los precios en este momento, aunque es un producto de la canasta básica, podría ocasionar que las ventas se caigan en un entorno de bajas ventas y una mayor competencia.

Reconoció que “las familias han comprado menos tortilla, aunque su necesidad sea grande, se tienen que ajustar a su presupuesto”.

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