Por Eduardo Bautista
Servicios más caros de telefonía móvil, mayor riesgo de ser víctima de robo de identidad y un mercado negro de chips son algunos de los problemas a los que se enfrentarán millones de mexicanos cuando entre en vigor el nuevo Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, que incluirá datos biométricos de los usuarios, advierte Fernando García, director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D).
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De acuerdo con el dictamen aprobado este martes por el Congreso, todos los usuarios estarán obligados a entregar sus datos biométricos y personales, así como identificaciones oficiales con fotografía a las compañías telefónicas. Estas, a su vez, deberán proporcionar toda esa información al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que será el órgano encargado de instalar, operar, regular y mantener este padrón.
“De ninguna manera el padrón contribuirá a combatir delitos como el secuestro o la extorsión, como dicen muchos legisladores. Al contrario: los detonará. No hay evidencia en el mundo entero de que un padrón así tenga un efecto positivo”, asegura García.
No es la primera vez que el gobierno intenta crear una base de datos con la información de los usuarios. En 2008 se creó el Registro Nacional de Usuarios de Telecomunicaciones (Renaut), otro padrón en el que se almacenaron todas las CURP de las personas que entre 2009 y 2011 adquirieron una línea de celular. Pero sólo estuvo activo tres años.
En abril 2011, las autoridades dieron marcha atrás porque “no ha servido para combatir la delincuencia”, según dijo el entonces presidente de la Comisión de Justicia del Senado, Alejandro González Alcocer.
“En México, cuando estuvo vigente el Renaut, subieron los delitos de secuestro y extorsión. Es ingenuo y absurdo pensar que los delincuentes van a utilizar teléfonos registrados con sus nombres para cometer delitos”, señala el director de R3D.
Advierte que los grupos criminales tienen muchas formas de eludir el padrón. Las opciones más “tecnológicas” son el uso de chips de compañías de Estados Unidos, la clonación o duplicación de tarjetas SIM en el mercado negro, o la operación de servicios similares a Skype para hacer llamadas y mensajes a través de la suplantación de números.
“Aunque también están las opciones que ya conocemos todos, como el robo de teléfonos u obligar con amenazas a las personas para que registren teléfonos a su nombre y que luego serán utilizados por los delincuentes para cometer delitos”, agrega García.
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Ir a la cárcel por una llamada
Desde 2010, apenas unos meses después de que entró en vigor el extinto Renaut, diversas investigaciones periodísticas revelaron que las bases de datos de ese padrón estaban a la venta en Tepito. La respuesta del gobierno fue inesperada.
Poco después de la polémica, la entonces Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) admitió que había una “imposibilidad técnica” del gobierno federal para “operar un instrumento que estaba lejos de ser completo y confiable”, según dijo Héctor Osuna, entonces presidente de la dependencia.
Con este nuevo padrón de usuarios de telefonía móvil, una de las primeras consecuencias que tendrá el usuario “será el riesgo amplio de ser víctima de suplantación de identidad, lo que significa que podría ser acusado de cometer algún delito sólo porque el criminal suplantó su identidad a través de una línea móvil”, explica Fernando García.
Según la reforma aprobada este martes —y que será publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) una vez que pase por el Ejecutivo—, los usuarios tendrán que demostrar su propia inocencia en caso de que sean inculpados.
“La reforma dice que, en caso de que las autoridades investiguen una llamada sospechosa, en automático hay presunción de que quien estuvo detrás de esa llamada fue la persona registrada en el padrón. Esto es muy grave, porque puede que el usuario registrado haya sido suplantado. Aquí claramente vemos una afectación al principio de presunción de inocencia”, afirma García.
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Servicio de telefonía móvil, más caro y menos privado con el nuevo padrón
El director de R3D sostiene que la reforma también afectará los bolsillos de los usuarios, ya que el costo de crear un padrón tan complejo será “bastante alto” para las compañías telefónicas y esto podría significar tarifas más altas para el consumidor final.
“Las personas más pobres serán las más afectadas porque se les marginará de la tecnología”, alerta García.
Tras la aprobación de la reforma, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) advirtió sobre el “riesgo potencial” que representa esta reforma para la protección de los datos personales de cerca de 86 millones de mexicanos que tienen una línea celular, según el último conteo del IFT.
“Se advierte un riesgo al permitir que el manejo de información de carácter biométrico pueda ser manipulada por un número elevado de operadores de telefonía, pues se presume que serán las empresas las encargadas de recabar dichos datos”, señaló el INAI.
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“La gravedad aquí es la información biométrica, porque si te suplantan una contraseña la puedes cambiar, pero no puedes cambiar tu cara o tu huella digital”, observa García.
Aunado a esto, “recordemos que mucha gente tiene vinculados sus teléfonos a servicios bancarios, correos y redes sociales. Una vez que se vulneren los datos biométricos de esas personas, las consecuencias en su privacidad y su seguridad serán irreversibles”, advierte.
Según la R3D, el nuevo padrón pone a México en una lista de 17 países autoritarios que exigen datos personales y biométricos de sus ciudadanos, como China, Arabia Saudita, Corea del Norte o Venezuela.
“En México es muy común conocer historias de autoridades o empresas que están coludidas con el crimen. Que los datos estén expuestos sin restricción judicial amenaza la seguridad de millones y exhibe un potencial autoritario similar al de dictaduras, porque le da al gobierno una posibilidad de monitoreo y de invasión constante”, abunda García.
Afirma además que el hecho de que las autoridades federales y locales puedan tener “acceso libre” a todas las bases de datos también vulnera derechos fundamentales como la libertad y la privacidad.
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Estas circunstancias llevarán a la gente a buscar chips en el mercado negro, donde habrá tarjetas SIM de compañías extranjeras o mexicanas, cuyos números estarán registrados a nombre de otras personas que, quizá, días antes, perdieron su celular o fueron asaltadas, afirma la R3D y advierte que “las consecuencias serán graves”.
