La actriz Helen Mirren promociona el documental My Beautiful Stutter el cual se centra en el trabajo de la organización sin fines de lucro en Nueva York, SAY: The Stuttering Association for the Young, la cual ayuda a niños tartamudos.
El filme narra la historia de cinco niños que sufren de bullying debido a su manera de hablar, mientras que la organización benéfica los ayuda a elevar su autoestima y confianza. Gran parte del documental revisa la estancia de los niños en el campamento de SAY.
Lee también: Tom Holland se une a la serie ‘The Crowded Room’ de Apple TV+
La actriz británica conoció la organización a través de su amiga Kelli O’Hara y se convirtió en aliada y embajadora desde hace unos años para la organización que también ha sido presentadora de la gala SAY para recaudar fondos en Nueva York.
“He conocido personas que tartamudean, amigos actores que tienen un tartamudeo bastante severo fuera del escenario y pueden subir al escenario y hacer Shakespeare con absoluta fluidez. Eso siempre me sorprendió, me conmovió o me afectó”, destacó Mirren.
El fundador de SAY, Taro Alexander, calificó la película, dirigida por Ryan Gielen, como una “hermosa representación” del trabajo del grupo.
Además de ayudar a difundir lo hecho por la asociación, la actriz de 75 años, retomó su trabajo en la actuación bajo los protocolos de sanidad por la pandemia de la Covid-19. La estrella aseguró que el distanciamiento social y el uso de cubrebocas hacen que las producciones de cine “simplemente no sean tan divertidas” como solían serlo.
Entérate: Versión rusa de ‘El señor de los anillos’ causa furor en YouTube
“Tienes a un asistente de cámara y si te lo encuentras en la calle, no lo reconocerías, incluso a pesar de que es alguien con quien has estado trabajando todos los días”, destacó. “Así que ese sentido de comunidad es algo que anhelo al volver a mi trabajo”.
La actriz subrayó que el lado positivo de la pandemia ha sido estar en su casa, conviviendo con su esposo, el director Taylor Hackford, con quien ha pasado gran parte de la contingencia sanitaria en las montañas cerca del Lago Tahoe en California.
“Me ha brindado la oportunidad de estar con mi esposo de una manera normal y cotidiana, lo cual ha sido fantástico. De hecho, es la primera vez en nuestros 30 años juntos que nos sentamos a la mesa cada noche y cenamos juntos. Normalmente estamos en aviones, yendo de aquí para allá, así que ha sido fabuloso simplemente ser una persona normal”, declaró.
Con información de AP
