AP – El presidente Joe Biden ordenó el viernes realizar un estudio para agregar escaños a la Corte Suprema, creando una comisión bipartidista que pasará los próximos seis meses examinando los temas políticamente incendiarios de expandir la corte e instituir límites de mandato para sus jueces.
Al lanzar la revisión, Biden cumplió una promesa de campaña hecha en medio de la presión de activistas y demócratas para realinear la Corte Suprema después de que su composición se inclinara bruscamente hacia la derecha durante el mandato del presidente Donald Trump. Trump agregó tres jueces al tribunal superior, incluida la jueza conservadora Amy Coney Barrett, quien fue confirmada para reemplazar a la juez liberal Ruth Bader Ginsburg pocos días antes de las elecciones presidenciales del año pasado.
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Durante la campaña, Biden eludió repetidamente las preguntas sobre la ampliación de la Corte. El mandatario, quien fue presidente del Comité Judicial del Senado, afirmó que el sistema de nominaciones judiciales se está “saliendo de control”, pero no ha dicho si apoya agregar escaños o hacer otros cambios al sistema actual de nombramientos vitalicios, como imponer límites de plazo.
La comisión de 36 miembros, compuesta en gran parte por académicos, recibió instrucciones de dedicar 180 días a estudiar los temas. Pero no se le encargó hacer una recomendación bajo la orden de la Casa Blanca que lo creó.
El panel estará dirigido por Bob Bauer, quien se desempeñó como abogado en la Casa Blanca del expresidente Barack Obama, y Cristina Rodríguez, profesora de la Facultad de Derecho de Yale que se desempeñó en la Oficina de Asesoría Legal de Obama.
La composición de la Corte Suprema, siempre un tema candente, se encendió nuevamente en 2016 cuando los demócratas declararon que los republicanos obtuvieron una ventaja injusta al bloquear la nominación por parte de Obama del juez Merrick Garland para ocupar el escaño que dejó vacío la muerte del juez conservador Antonin Scalia. El entonces líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, un republicano, se negó incluso a realizar audiencias para cubrir la vacante, a pesar de que faltaban más de seis meses para las próximas elecciones presidenciales.
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A raíz del juego de poder de McConnell, algunos progresistas han visto agregar asientos a la Corte o establecer límites de mandato como una forma de compensar la influencia de cualquier presidente en su composición. Los conservadores, a su vez, han denunciado ideas como “empacar en la corte” similar al esfuerzo fallido del presidente Franklin D. Roosevelt en la década de 1930.
A inicios de esta semana, el juez liberal Stephen Breyer, el miembro más antiguo de la Corte, advirtió a los defensores liberales de hacer grandes cambios, incluida la ampliación del número de jueces. Breyer dijo en un discurso el martes que los defensores deberían pensar “largo y tendido” sobre lo que proponen. El cambio impulsado políticamente podría disminuir la confianza que los estadounidenses depositan en la Corte, dijo Breyer.
El tamaño de la corte se ha establecido en nueve miembros desde poco después de la Guerra Civil. Cualquier esfuerzo por alterarlo sería explosivo, particularmente en un momento en que el Congreso está dividido casi por igual. Cambiar el número de jueces requeriría la aprobación del Congreso.
“Con cinco jueces designados por presidentes que perdieron el voto popular, es crucial que consideremos todas las opciones para recuperar el control político de la Corte Suprema”, dijo Nan Aron, presidente de Alliance for Justice, un grupo de defensa judicial liberal. “Presidente La comisión de Biden demuestra un fuerte compromiso para estudiar esta situación y tomar medidas “.
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Biden se comprometió a crear la comisión durante una entrevista televisiva en octubre. Su lanzamiento se produce en medio de especulaciones sobre si podrá poner su propio sello en la cancha si Breyer se retira al final del mandato actual.
Breyer, de 82 años, es el miembro de mayor edad de la corte y el miembro principal de su ala liberal de tres magistrados. Varios grupos progresistas han instado a Breyer a retirarse mientras los demócratas aún controlan el Senado y el proceso de confirmación.
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