Hoy, Juan Carlos Loera, candidato de Morena a la gubernatura de Chihuahua. Renunció en octubre a su puesto de superdelegado estatal para regresar al cargo de diputado federal que había cedido a su suplente.
Entre sus antecedentes, la Fiscalía General de la República le abrió una investigación por promocionar su imagen con el uso indebido de recursos públicos. Y no es su único escándalo.
Su sobrina, Myrna Brighite Granados fue registrada como secretaria particular en la Secretaría del Bienestar del estado, con un sueldo mensual de 60 mil pesos. El asunto escaló hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero Loera aseguró que era pura politiquería y que jamás había tomado un peso que no fuera suyo.
Sin investigación concluída, ahora buscará la gubernatura de Chihuahua.
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