El músico Pharrel Williams aseguró a través de sus redes sociales que su primo, Donovon Lynch, fue asesinado por la policía durante el tiroteo del viernes en Virginia Beach, Virginia.
Las autoridades reportaron tres diferentes tiroteos y dos personas muertas, Lynch, de 25 años y la actriz Deshayla E. Harris, de 29 años; otras ocho resultaron heridas.
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“La pérdida de estas vidas es una tragedia sin medida. Mi primo Donovon fue asesinado durante los disparos. Era una luz brillante y alguien que siempre estaba para los demás. Es fundamental que mi familia, y las familias de las otras víctimas, obtengan la transparencia, honestidad y justicia que merecen. Virginia Beach es el epítome de la esperanza y la tenacidad, como comunidad, superaremos esto y saldremos aún más fuertes”, escribió el intérprete de Happy.
Paul Neudigate, jefe de policía de Virginia Beach, señaló a Harris como una “víctima inocente que probablemente fue alcanzada por disparos perdidos en algunos aspectos”. Mientras que Lynch murió durante un “tiroteo de intervención policial”.
En un comunicado, la policía destacó que dos oficiales fueron testigos de que Lynch estaba “empuñando una pistola en el momento del tiroteo”.
“Un testigo independiente afirmó que el señor Lynch había estado en posesión de una pistola la noche del 26 de marzo de 2021″, subrayó el departamento de policía en su cuenta de Facebook donde incluyeron fotos de las armas recuperadas tras el tiroteo.
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Sin embargo, las cámaras corporales de los agentes se encontraban apagadas cuando sucedieron los hechos por lo que estas no podrán servir de pruebas, lo que ha ocasionado que los ciudadanos de Virginia Beach se manifiesten y cuestionen el informe policial sobre que Lynch estaba armado.
La Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) de Virginia Beach señaló en un comunicado que no le sorprende que los policías tuvieran su cámara corporal apagada.
“No nos sorprende que la cámara corporal del oficial involucrado en la muerte del señor Lynch estuviera apagada. Las acciones disciplinarias relacionadas con la mala conducta de un oficial no deben ocultarse al público con el pretexto de que ‘es un problema de personal’. Esto ya ha ocurrido en el pasado. Ahora se requiere transparencia de la disciplina policial“, acotó el documento.
La organización acusó al departamento de policía de fallar “en todos los aspectos”.
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“La inversión de 5.5 millones de dólares en la implementación de cámaras corporales no tiene valor cuando los oficiales no la encienden para grabar. El señor Lynch no está aquí para contar su versión. El oficial involucrado no tiene ninguna razón para ser franco sobre cualquier hecho que lo coloque en desventaja”, puntualizó Karen Hills Pruden, activista.
Jay Jones, delegado en la Cámara de Delegados de Virginia, pidió una investigación por parte del fiscal general del estado sobre la muerte de los jóvenes a manos de la policía.
“Necesitamos una mayor rendición de cuentas y transparencia, y las familias de los asesinados por la policía, en Virginia Beach y en todo el país, merecen respuestas”, exigió.
