En un fuerte rechazo a políticas de la era del expresidente Donald Trump, el secretario de Estado, Antony Blinken, eliminó formalmente este martes una medida promovida por su predecesor para limitar la defensa de derechos humanos por la Unión Americana en el extranjero a causas favorecidas por los conservadores, como libertad religiosa y asuntos de propiedad, al tiempo que ignoraban los derechos reproductivos y de la comunidad LGBTQ.
Blinken dijo que un informe preparado su predecesor Mike Pompeo que trató de reducir el número de libertades priorizadas en la política exterior estadounidense estaba “desequilibrado“, no reflejaba las políticas de la administración de Biden y no las guiaría. El informe de la Comisión de Derechos Inalienables había sido fuertemente criticado por grupos de derechos humanos.
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“Uno de los principios fundamentales de los derechos humanos es que son universales. Todas las personas tienen estos derechos, sin importar dónde hayan nacido, qué creen, a quién aman o cualquier otra característica”, expresó Blinken. “Los derechos humanos también son co-iguales; no existe una jerarquía que haga que algunos derechos sean más importantes que otros”.
Blinken anuló además una decisión del gobierno de Donald Trump de retirar secciones sobre derechos reproductivos de los reportes anuales del Departamento de Estado sobre derechos humanos en otros países.
Activistas de derechos humanos condenaron el reporte de 60 años de la comisión de Pompeo cuando éste lo dio a conocer el año pasado. El reporte fue parte de un esfuerzo más amplio del gobierno de Trump para restaurar la primacía de lo que funcionarios consideraban los valores de los fundadores de la nación.
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Pompeo había promovido el reporte en eventos desde Pennsylvania hasta Indonesia y en numerosas entrevistas con la prensa conservadora con esperanzas de que fuera una guía para futuros gobiernos.
Blinken dijo al Senado en su audiencia de confirmación en enero que rechazaría el reporte, pero no había cumplido aún esa promesa.
Con información de AP.
