En el Obelisco, el punto donde se fundó la ciudad de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas inició su campaña por la alcaldía de la capital de Nuevo León, bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, 15 días después del arranque formal.
Acompañado por el candidato de ese partido a la gubernatura, Samuel García, dio su primer discurso en el que hizo múltiples referencias a sus padres, Luis Donaldo Colosio Murrieta y Diana Laura Riojas, aunque no mencionó sus nombres.
“En este camino, hay otro sentimiento que siempre me ha acompañado: el amor por México, mi patria, el amor por Monterrey, mi ciudad. Mis padres me enseñaron, con su ejemplo, el sentido del servicio. La nobleza que hay en trabajar por el bien de los demás, desde el espacio donde nos toque estar”, expresó.
Colosio Riojas reconoció que a pesar de que el año 1994 fue crucial en su vida, decidió no quedarse en ese periodo y eligió salir adelante como un “sobreviviente”.
“1994 siempre será parte de mí, pero también lo son cada uno de mis años. No podía quedarme ahí. Elegí ser más grande que mis circunstancias para salir adelante, elegí no ser una víctima, sino un sobreviviente. Elegí hacerme más fuerte con cada paso, cada golpe”, enfatizó.
Al igual que Colosio Murrieta en su momento, el ahora candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Monterrey expresó su confianza en la posibilidad de renovación social, por lo que incluso mostró un mensaje: “Otro México renace en Monterrey”.
Detalló los ejes que propondrá para su gobierno en la alcaldía: gobierno digital, desarrollo económico, seguridad, desarrollo urbano, medio ambiente y desarrollo humano.
“Cada uno de estos ejes es lo que hemos recogido en las calles, de la mano de la gente, precisamente basándonos en sus necesidades, basándonos en métricas y estadística conforme a la problemática que hemos ido detectando”, expresó Luis Donaldo Colosio Riojas.
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En Nuevo León, las campañas por las alcaldías iniciaron desde el 5 de marzo, pero Colosio Riojas tenía pendiente completar la integración de su plantilla, lo que retrasó dos semanas su actividad proselitista.
