El regulador ambiental de Texas prohibió el viernes la mayoría de los usos del agua en un campamento petrolero convertido en un albergue para adolescentes migrantes, lo que generó preocupaciones respecto al bienestar de más de 400 jóvenes detenidos allí.
La Comisión de Calidad Ambiental de Texas dijo que el agua en el campamento de Midland podría usarse únicamente para descargar inodoros o lavar ropa porque tiene dudas sobre si es segura. No está claro cuántos adolescentes pudieron haber bebido del grifo. Ahora les están dando botellas de agua.
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Las preocupaciones por la seguridad de los menores comenzaron desde que la administración del presidente Joe Biden convirtió apresuradamente lo que era un centro para trabajadores petroleros en un albergue para adolescentes que abrió el domingo por la noche.
Los funcionarios estadounidenses están acelerando la apertura de nuevos centros para retener a los adolescentes y niños que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México para tratar de despejar las instalaciones de la Patrulla Fronteriza repletas que actualmente albergan a más de 4 mil 500 jóvenes.
El campamento de Midland no tiene un permiso activo con la comisión ambiental para un sistema público de agua, de acuerdo los registros en línea de la agencia. El centro es operado por Cotton Logistics, con sede en Katy, Texas.
El senador de Texas Kel Seliger afirmó el viernes que el agua del lugar es extraída de un pozo que la compañía perforó pese a no tener un permiso.
“Simplemente perforaron el pozo”, aseveró Seliger, un republicano. “Es un pozo bastante poco profundo, y ahí es donde entra la preocupación por el arsénico natural, posiblemente los nitratos”.
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El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que opera instalaciones a largo plazo para niños migrantes, señaló que el agua en la instalación de Midland “es considerada potable y analizada regularmente por encima de los estándares”, pero no indicó quién hizo las pruebas y qué encontraron.
“Estamos en contacto con nuestro contratista para asegurarnos de que los niños y el personal en las instalaciones tengan acceso a agua potable”, expresó la portavoz del HHS, Luisana Pérez.
Con información de AP.
