Dos años después de renunciar al sindicato petrolero en 2019, Carlos Romero Deschamps presentará su renuncia este martes como trabajador activo de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), según lo señalado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Después de casi tres décadas liderando a los trabajadores pertenecientes a uno de los sectores más importantes para la economía mexicana, la gestión de Romero Deschamps estuvo marcada por escándalos como un supuesto desvío de fondos y fraude al gremio.
El más reciente fue que, pese a ya no encabezar el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), continuó cobrando su sueldo en Pemex sin tener un puesto definido en la paraestatal.
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Carlos Antonio Romero Deschamps, de 78 años y originario de Tamaulipas, estuvo al frente del sindicato entre 1993 y 2019. Tuvo que establecer vínculos con seis presidentes de tres partidos distintos (PRI, PAN y Morena) y se mantuvo con ello al frente de los trabajadores petroleros.
Después de tres periodos de mandato, Romero Deschamps fue reelecto en 2017 para el periodo 2019-2024, sin embargo, renunció a asumir la encomienda. Grupos disidentes dentro del sindicato habían presionado para su salida por las acusaciones en su contra.
La Fiscalía General de la República (FGR) recibió las denuncias contra el exlíder sindical por enriquecimiento ilícito y fraude. En octubre del 2019, el presidente López Obrador sugirió que Romero Deschamps debía seguir el proceso fuera de las instituciones petroleras, aunque no exigió su renuncia.
Carlos Morales Quintana, líder del Frente Nacional Petrolero y quien encabezó la denuncia contra Deschamps, acusó la falta de transparencia en cuotas, bienes y recursos económicos que había en el sindicato.
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Pese a su renuncia, Romero Deschamps seguía dentro de Pemex. De acuerdo con datos de la Secretaría de la Función Pública (SFP), su sueldo bruto mensual era de 41 mil 203 pesos, de los cuales 28 mil 636 eran asegurados. Se estima que la cifra asciende a los 100 mil pesos si se añaden las prestaciones que percibía.
No fue la única ocasión en que Romero Deschamps estuvo en problemas legales. En el 2000 se le acusó de un desvío de mil 500 millones de pesos para apoyar la campaña presidencial del priista Fernando Labastida, quien perdió las elecciones contra el panista Vicente Fox.
La extinta Procuraduría General de la República (PGR) se encargó de realizar las investigaciones contra Romero Deschamps, pero seis años fueron suspendidas por falta de pruebas.
En agosto de 2011, un juez federal con sede en el Reclusorio Sur declaró prescrito este caso, también conocido como el Pemexgate.
A la par de sus actividades sindicales, Romero Deschamps fue legislador federal en múltiples ocasiones, todas bajo el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que se afilió desde la década de los sesenta.
En tres ocasiones ocupó una curul en la Cámara de Diputados y en dos más fue senador, siendo este su último cargo entre 2008 y 2018.
