El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tuvo este jueves una reunión con un grupo bipartidista de legisladores para discutir los planes de la Casa Blanca de impulsar un aumento masivo al gasto en proyectos para restaurar la infraestructura del país.
El gran obstáculo, que ha permanecido más de una década, es cómo pagar billones de dólares en nuevos gastos cuando el Congreso no está dispuesto a aumentar los impuestos o encontrar nuevas fuentes de ingresos.
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Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, se reunieron con funcionarios de alto rango del Comité de Infraestructura y Transporte de la cámara baja, incluido el presidente Peter DeFazio, un demócrata, y el representante Sam Graves, el principal republicano del panel.
Tras el encuentro, DeFazio aseveró que el presidente le pidió tener listo un amplio proyecto de ley de infraestructura pronto. Cuando reporteros le preguntaron si analizaron cómo podrían pagarlo, el demócrata aseguró que el tema fue mencionado, pero no quiso entrar en detalles.
“Quiere actuar con rapidez, quiere que tomemos la iniciativa, cree firmemente que tenemos que afrontar los desafíos del siglo XXI”, dijo DeFazio. “Está decidido a hacerlo y hacerlo pronto”.
Como candidato presidencial, Joe Biden prometió invertir 2 billones de dólares en la reparación de carreteras, puentes y aeropuertos; la construcción de viviendas resistentes al clima; cableado de ciudades para internet de banda ancha; y el fomento de la fabricación de automóviles de bajo consumo y la instalación de estaciones de carga de vehículos eléctricos.
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Desde que asumió el cargo, la Casa Blanca ha evitado decir cuánto buscará Biden gastar en infraestructura o cómo pagará por ello.
Al comienzo de la reunión, el presidente dijo a periodistas que planeaba centrarse en la competitividad estadounidense. El grupo, afirmó, iba a hablar de “lo que vamos a hacer para asegurarnos de que una vez más lideremos el mundo en todos los ámbitos de infraestructura”.
Con información de Reuters.
