Prevén tensión durante la primera reunión entre AMLO y Biden por la reforma eléctrica

Reforma eléctrica puede tensar la primera reunión de López Obrador y Biden
Foto: EFE

La reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que ha provocado rechazo dentro del sector tanto a nivel nacional como internacional, podría ser la principal diferencia política del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su primera reunión este lunes con su homólogo estadounidense Joe Biden, un encuentro que, aunque virtual a causa de la pandemia, será clave para la relación bilateral.

“Puede haber un reclamo de Estados Unidos al gobierno de México porque la reforma eléctrica tiene muchas implicaciones para inversionistas estadounidenses y desgraciadamente será un punto de tensión”, explicó a Efe la analista Brenda Estefan, quien trabajó en la Embajada de México en Washington.

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Temen una oleada de demandas internacionales

La reforma, que la Cámara de Diputados aprobó la semana pasada y envió al Senado, plantea eliminar el criterio económico para dar prioridad de despacho a la electricidad de las plantas hidroeléctricas y de combustibles fósiles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por encima de las centrales privadas de energías renovables y de ciclo combinado.

También, de forma retroactiva, ordena revisar los contratos previos del gobierno federal con particulares y cambia las reglas de los Certificados de Energía Limpia (CEL) para darlos a plantas viejas de la CFE.

El presidente López Obrador ha argumentado que con la reforma busca defender la “soberanía”, pero esta podría poner en vilo las inversiones de empresas norteamericanas y europeas en el sector energético, que ven la iniciativa como una expropiación encubierta. Se prevé que, de aprobarse, implicará una oleada de demandas contra el gobierno mexicano en tribunales internacionales.

Pero el gobierno no puede escudarse en la “idea de soberanía” porque firmó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y el Acuerdo de París, opina Emerson Segura, investigador del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques (CEI).

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“El gobierno mexicano no puede usar la soberanía como justificación para imponer su agenda en los temas que no quiere negociar, no puede apelar a la soberanía cada vez que esté en un tema en el que no piensa ceder nada”, expone Segura, también asesor en el Senado.

AMLO y Biden, una nueva relación

El tono defensivo que ha tenido López Obrador frente a Biden contrasta con el que tuvo con el expresidente Donald Trump, quien consiguió que México desplegara a la Guardia Nacional en la frontera sur para detener el cruce de los migrantes centroamericanos hacia EU.

Por ello, Segura considera “poco creíble” el argumento de la soberanía del Gobierno de México, que además ha adoptado argumentos contra las energías limpias similares a los del Partido Republicano de Estados Unidos.

“Parece que México reaccionaba con la zanahoria y el garrote, que el gobierno mexicano respondía a la lógica de Trump y que se sentía bastante cómodo aunque funcionaba a partir de la amenaza”, sugiere.

Con Biden, Segura opina que el gobierno de México “debe replantear” su estrategia ante una Casa Blanca más institucional.

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“La transición energética va a ser un tema de tensión, pero también de mucho distanciamiento, es decir, los incentivos son bajos para que se pongan de acuerdo, para que el Gobierno de México se pueda sentar y hable de manera franca”, prevé.

Advierten que habrá mayor presión desde Washington

La presión de Washington ya se materializa con el reclamo de certidumbre para las inversiones que hizo el Departamento de Estado la semana pasada, apunta Brenda Estefan.

En tanto, la próxima Representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, ha advertido que el cumplimiento del T-MEC será prioritario.

El sector energético es uno de los seis temas que contemplan paneles de resolución de controversias bajo el T-MEC, recuerda la analista.

“Estados Unidos no está expresando su opinión respecto a cuestiones internas de la CFE, sino respecto a cuestiones violatorias de lo establecido en el T-MEC“, señala.

Además, el nuevo presidente demócrata tiene la presión de grupos progresistas que esperan resultados en cambio climático y derechos laborales.

Aun así, la experta pronostica que la reunión será “cordial” porque hay coincidencias en migración y la gestión de la pandemia de Covid-19 con un acceso más equitativo a las vacunas.

“Biden no se va a pelear con Andrés Manuel. No está en el interés ni de uno de otro. Y esta idea de decir que es injerencista realmente no es así, Biden está en todo su derecho de defender las inversiones estadounidenses que ya se han hecho en México”, concluye Estefan.



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