El gobierno de Estados Unidos emitió un directriz provisional el jueves que limita drásticamente quiénes pueden ser arrestados y deportados por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), una medida que se produce cuando la administración de Joe Biden enfrenta una creciente presión para reducir las deportaciones.
Las pautas instruyen a los agentes del ICE a que se concentren en los migrantes considerados amenazas para la seguridad nacional y pública, y en aquellos que ingresaron a Estados Unidos después del 1 de noviembre de 2020.
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Los agentes necesitarán la aprobación previa de un superior de alto rango si desean arrestar a alguien que no entre en una de esas categorías.
También deberán considerar factores atenuantes antes de realizar un arresto, como si el delito fue reciente, cuánto tiempo de cárcel cumplió, y si la persona tiene hijos u otros familiares estadounidenses.
“Debemos priorizar nuestros esfuerzos para lograr el mayor impacto de seguridad”, dijo el director interino de ICE, Tae Johnson, en un comunicado.
Se espera que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emita pautas permanentes dentro de 90 días.
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El enfoque de Biden difiere dramáticamente del impulsado por el expresidente Donald Trump, quien permitió a los agentes del ICE perseguir incansablemente a los inmigrantes indocumentados. Algunos funcionarios de carrera del ICE han criticado en privado las nuevas prioridades, diciendo que evitarán que los agentes arresten a algunos delincuentes.
En el primer día de Biden en el cargo, el DHS anunció una pausa de 100 días en la mayoría de las deportaciones. Un juez federal bloqueó la medida días después luego de una demanda de Texas liderada por republicanos, mostrando cómo los esfuerzos de Biden podrían verse obstaculizados en la corte.
Con información de Reuters.
