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Trump estuvo mucho más grave de lo que se reconoció cuando contrajo Covid; se temía que fuera intubado: NYT

Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, estuvo más grave de lo que el gobierno reconoció públicamente en octubre, cuando contrajo Covid-19, reveló este jueves The New York Times, al afirmar que el republicano tuvo niveles de oxígeno en la sangre “preocupantemente bajos y un problema pulmonar asociado con el virus”. 

El periódico estadounidense, que habló con cuatro personas familiarizadas con la condición del exmandatario, indicó que Trump no quería que lo llevaran al hospital militar Walter Reed. Finalmente cedió cuando le dijeron que estaba arriesgándose a que agentes del Servicio Secreto se vieran obligados a trasladarlo si su enfermedad se complicaba.

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Algunos funcionarios incluso creyeron que el entonces presidente iba a necesitar un respirador. Las preocupaciones incrementaron cuando médicos encontraron que Trump tenía infiltrados pulmonares, un indicio de un caso agudo del coronavirus que ocurre cuando los pulmones están inflamados y contienen líquidos o bacterias. 

Las personas que hablaron con el New York Times aseguraron que el nivel de oxígeno en la sangre del republicano fue uno de los factores que más inquietud generó. Un caso de coronavirus es considerado grave cuando este nivel desciende a 90 grados en un paciente, y el expresidente llegó a los 80 grados, de acuerdo con el diario. 

El pasado 2 de octubre, Donald Trump anunció que él y la entonces primera dama, Melania Trump, habían dado positivo a Covid-19. Ese mismo día, el empresario fue trasladado al hospital militar Walter Reed, donde los médicos le administraron remdesivir, un antiviral autorizado por la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA) para tratar coronavirus.

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Trump también recibió un esteroide llamado dexametasona después de experimentar “niveles bajos de oxígeno transitorios”, informaron los médicos el 4 de enero, cuando el exmandatario estadounidense dejó temporalmente el hospital para saludar a sus partidarios desde una camioneta.

El republicano regresó a la Casa Blanca tras una estadía de tres noches en el hospital. En cuestión de minutos instó a los estadounidenses a no tenerle miedo al coronavirus y se quitó el cubrebocas para posar para las fotos.

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