El Senado de Estados Unidos rechazó a fines de enero un intento republicano de desestimar el juicio político en contra del expresidente Donald Trump, en una votación casi idéntica a la realizada este martes para determinar que el proceso es constitucional. La diferencia fue que en esta ocasión el esfuerzo de los demócratas contó con un republicano más: el senador Bill Cassidy.
Cassidy, un republicano de Louisiana, votó a favor de la moción presentada por el congresista Rand Paul que cuestionaba la legitimidad del juicio político. La objeción de Paul fue desestimada por la cámara alta el pasado 26 de enero con 55 legisladores a favor y 45 en contra, pero fue muestra de que podría no haber suficientes votos para condenar al expresidente.
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El resultado de la votación del martes, que determinó que el Senado tiene jurisdicción y puede proceder, fue de 56 a favor y 44 en contra. Los fiscales del juicio político lograron obtener el apoyo de Cassidy, y ya contaban con los legisladores republicanos Mitt Romney, Lisa Murkowski, Susan Collins, Pat Toomey y Ben Sasse.
Horas antes, Cassidy le dijo a la prensa que los argumentos de los fiscales del juicio político eran “sólidos” y que eran una “muy buena apertura”.
El republicano también aseguró que abordará el juicio político contra Trump “con una mente abierta” y escuchará “como un jurado imparcial”.
El histórico segundo juicio político del expresidente Trump comenzó este martes. Los fiscales abrieron la sesión con un video gráfico de los disturbios en el Capitolio de Estados Unidos, que el entonces mandatario incitó llamando a “pelear como demonios” contra los resultados electorales.
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La defensa argumentó que el juicio es innecesario, e incluso inconstitucional, porque el republicano ya dejó el cargo, pero la cámara alta votó para proceder.
El objetivo de los demócratas de condenar a Donald Trump es muy ambicioso dado que requerirán el apoyo de al menos dos tercios del Senado. Para ello, necesitarán que 17 republicanos y dos independientes voten contra el expresidente.
