Víctor Casarreal
Dudar de la grandeza de Tom Brady es como negar la existencia de Dios, sólo los escépticos seguirán intentando desacreditarlo y no reconocerlo como el verdadero GOAT de la NFL y el auténtico ‘Jefe’ del Super Bowl, con su séptimo anillo de campeón.
La simple presencia de Brady intimidó a los Chiefs, que jugaron temerosos ante el quarterback más ganador de todos los tiempos y que ahora presume su séptimo anillo de Super Bowl, tras la victoria de los Buccaners 31-9 en la edición LV.
La primera serie ofensiva fue para Tampa Bay, pero los primeros puntos del partido los hizo Kansas City, con un gol de campo de 49 yardas de Harrison Butker.
EL SHOW
Después, Brady montó su espectáculo, con su mejor socio en la historia del Super Bowl: Rob Gronkowski. Primero con un pase de TD de 8 yardas y después al conectar con él otra vez con un envió de 17 yardas a las diagonales, en una serie que estuvo marcada por los castigos de la defensiva de los Chiefs.
Los Buccaneers comenzaron a despegarse, gracias a que su defensiva contuvo a Mahomes, que se mostró nervioso y los Chiefs sólo pudieron anotar tres puntos más en la primera mitad.
Sin embargo, antes de que terminaran los primeros 30 minutos del Super Bowl, Brady con 1:01 por jugar, armó otra gran serie ofensiva que terminó con pase de touchdown para Antonio Brown y Tampa Bay se fue con ventaja de 21-6 al descanso.
SIN ARMAS
La segunda mitad comenzó con el mismo son que la primera, con Harrison Butker anotando tres puntos para los Chiefs y con un touchdown más para los Bucs, ahora, con un acarreo de Leonard Fournette de 27 yardas.
Con el marcador 28-9, los Buccaners empezaban a acariciar el trofeo Vince Lombardi, pues no se veía cómo los Chiefs pudieran reaccionar a tal desventaja, sobre todo porque la defensiva de Tampa estaba jugando por nota.
Patrick regresó al emparrillado más por orgullo que por ganas, intentando lograr un regreso más en su carrera, pero la defensiva lo anuló de nuevo con una intercepción, que terminó con tres puntos más para los Bucs, que ya se imaginaban levantando el trofeo.
Y es que cada ofensiva de los Chiefs fracasaba, el equipo explosivo y contundente de la temporada regular despareció en el juego más importante, ni Travis Kelce ni Tyreek Hill fueron las armas letales que Mahomes tuvo semana a semana y Patrick acabó su última oportunidad de anotar con su segunda intercepción.
Tampa Bay conquistó así su segundo Super Bowl, gracias a Tom Brady, que a sus 43 años sigue luciendo como de 25, con el hambre de destronar campeones, como lo hizo con Patrick Mahomes y los Chiefs, al evitar que refrendaran su corona.
Tom Brady lo hizo de nuevo, ganó su séptimo Super Bowl y ahora en casa, como nadie lo había logrado… ¡No te retires nunca!
