“No estamos rechazando la inversión privada”, aseguró este jueves la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio un revés a la reforma energética del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Lo anterior luego de que sectores empresariales del país, partidos políticos e incluso la embajada de Canadá en México advirtieron sobre los riesgos en las inversiones extranjeras en el sector de las energías renovables y que la intención de la reforma del presidente es beneficiar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Al respecto, Cordero insistió en que “no se está promoviendo el monopolio, no es un monopolio porque está la iniciativa privada, las empresas privadas dentro de este sector”.
Aseguró que que López Obrador defendió en las negociaciones del T-MEC que se respetara la soberanía eléctrica del país y que la iniciativa de reforma eléctrica que envió al Congreso no afectaría el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.
“Yo quiero insistir, no estamos rechazando la inversión privada en los temas energéticos, definitivamente no, eso quiero que quede claro. En este momento la CFE sí puede garantizar esta confiabilidad, este suministro y esta continuidad del suministro”, afirmó.
Explicó que el gobierno ha retomado la rectoría del Estado que garantiza que “esta ley está encaminada a esto, no hay monopolio, hay participación privada”.
Ayer, Segunda Sala de la SCJN determinó que el plan diseñado por la dependencia federal transgrede las atribuciones de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y concede ventajas irregulares a la Comisión Federal de Electricidad.
“(La reforma) otorga una ventaja exclusiva e indebida en favor de CFE para que proponga proyectos estratégicos, lo que impacta negativamente al resto de los participantes en la generación de energía”, se indicó.
Además la SCJN determinó que la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional, publicada el 15 de mayo de 2020, imposibilita la competencia económica y concurrencia libre en el mercado de la generación de energía, sobre todo en el ámbito de las renovables.
