AP.- Las escuelas de Estados Unidos podrán reabrir sus instalaciones aunque los profesores no estén vacunados aún contra el coronavirus, dijo este miércoles la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Aunque algunos sindicatos se oponen a reanudar las clases presenciales antes de vacunar a los docentes, Walensky expresó que “la vacunación de los profesores no es un requisito para la reapertura de las escuelas con seguridad”. Citó datos de los CDC según los cuales el distanciamiento y el uso del cubrebocas reducen significativamente la transmisión del virus en los ambientes escolares.
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El coordinador de la campaña de la Casa Blanca contra la Covid-19, Jeff Zients, pidió al Congreso que apruebe fondos adicionales para asegurar que las escuelas tengan los recursos necesarios para reabrir.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió que casi todas las escuelas de educación básica, desde preescolar hasta secundaria, podrán reabrir para dar clases presenciales en los primeros 100 días de su gobierno.
En los planes de vacunación de los CDC, los profesores tienen prioridad como “trabajadores esenciales”, aunque muchos no recibieron la primera dosis e a vacuna debido a la escasez.
Los nuevos casos y las hospitalizaciones por Covid-19 parecen ir en una trayectoria descendente en Estados Unidos y el gobierno del presidente Biden sigue confiado en que puede alcanzar su meta de vacunar a 100 millones de personas en 100 días, dijo el equipo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca.
Pero Rachel Walensky, directora de los CDC, advirtió este miércoles que las nuevas variantes de la Covid-19 que se están registrando en todo el país podrían amenazar esa tendencia positiva.
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El 30 de abril se cumplirán los primeros 100 días de mandato del presidente Joe Biden. Este es un punto de referencia que los presidentes suelen establecer para cumplir con las promesas de campaña de alta prioridad.
A principios de diciembre, Biden anunció que una de sus promesas sería administrar 100 millones de vacunas a los estadounidenses. Eso se traduce en aproximadamente un millón de dosis al día.
