Una corte en Moscú, Rusia, impuso este martes al líder opositor, Alexei Navalny, una pena de dos años y medio de prisión al hacer efectiva la sentencia suspendida en 2014, la cual fue calificada como “arbitraria” por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La jueza del caso dictaminó que Navalny, quien volvió a Rusia en enero tras recuperarse del envenenamiento con el agente químico Novichok, violó la libertad condicional al no presentarse el pasado año ante la autoridad competente.
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Las autoridades rusas señalaron que no se dejarán influir por la presión pública para liberar a Navalny, activista anticorrupción de 44 años.
Desde el domingo pasado se desplegó un enorme operativo policial en varias ciudades de Rusia para sofocar las protestas en apoyo a Navalny.
“Cientos de miles no pueden ser encerrados (…). Realmente espero que cada vez más personas reconozcan esto. Y cuando reconozcan esto, todo se derrumbará porque no se puede encerrar a todo el país”, dijo Navalny en la audiencia antes de recibir su sentencia.
Una fuerte presencia de agentes de la policía antidisturbios con chalecos y camuflaje acordonó esta tarde el barrio de Moscú que rodea el palacio de justicia por si se realizan más protestas.
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Los oficiales se pararon frente a las entradas de la estación de metro y revisaron los documentos de las personas que pasaban; los estacionamientos aledaños estaban llenos de camionetas de la policía.
Ayer, una corte de Moscú impuso una multa de 20 mil rublos (265 dólares) a Yulia Navalnaya, esposa del líder opositor ruso Alexei Navalny, por incumplir la normativa de protestas tras participar en una manifestación en la capital de Rusia pidiendo la liberación de su marido.
Navalny, de 44 años y el más duro crítico del Kremlin, fue detenido el 17 de enero a su regreso desde Alemania, donde pasó cinco meses recuperándose de un envenenamiento con un agente nervioso que él atribuye al gobierno ruso. Las autoridades de ese país han rechazado las acusaciones.
