AP.- Mientras el gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, considera si debería retirar en los próximos meses las tropas estadounidenses de Afganistán, familiares temen por el destino de un marino secuestrado, posiblemente por un grupo vinculado a talibanes.
A un año del secuestro de Mark Frerichs, los familiares y otros simpatizantes instaron a la administración de Biden a no retirar tropas sin que el veterano de la Marina sea liberado. El contratista fue secuestrado hace un año mientras trabajaba en Afganistán en proyectos de ingeniería. Autoridades estadounidenses creen que está secuestrado por la red Haqqani, aunque los talibanes no han reconocido públicamente que lo tienen.
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“Estamos seguros de que todavía está vivo y bien”, dijo su hermana, Charlene Cakora, en una entrevista con The Associated Press. “No pensamos que esté muerto o herido”.
Para los diplomáticos, el secuestro de Frerichs esta relacionado con el regreso de las tropas estadounidenses después de un conflicto de dos décadas, con la garantía de la paz y la estabilidad regional. Los funcionarios de la administración de Biden aseguraron que están revisando un acuerdo de paz de febrero de 2020 entre Estados Unidos y los talibanes, para reducir la violencia en Afganistán.
La administración del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump priorizó la liberación de rehenes y detenidos. Sin embargo, no logró la liberación de Frerichs, originario de Lombard, Illinois. Se trata de uno de los varios ciudadanos sobre los que la administración entrante de Biden tendrá que responder. Entre ellos se encuentra el periodista Austin Tice, que fue visto por última vez en Siria en 2012, así como el infante de marina Trevor Reed y el ejecutivo corporativo de Michigan, Paul Whelan, ambos encarcelados en Rusia.
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No está claro en qué medida el destino de Frerichs podría verse complicado por la disminución de la presencia militar estadounidense en Afganistán. Días antes de que Joe Biden asumiera el cargo, la administración Trump anunció que cumplió su objetivo de reducir el número de tropas en Afganistán a alrededor de 2 mil 500, como parte de un plan más amplio para regresarlas todas en mayo.
El nuevo secretario de Estado, Antony Blinken, tuvo su primera llamada el jueves pasado con el presidente afgano Ashraf Ghani, y le dijo que la administración estaba revisando el acuerdo de paz. Según la descripción del Departamento de Estado de la conversación, no se mencionó a Frerichs.
El Pentágono dijo que la negativa de los talibanes a cumplir el acuerdo de la reducción de la violencia en Afganistán está generando dudas sobre si todas las tropas estadounidenses podrán partir en mayo.
A los allegados a Frerichs les preocupa que una reducción del personal militar de Afganistán deje a Estados Unidos sin la influencia militar que necesita para exigir su liberación.
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“El retiro de tropas estadounidenses probablemente dificulte su liberación”, señalaron los senadores demócratas de Illinois, Tammy Duckworth y Dick Durbin, en una carta enviada a AP.
Duckworth dijo durante una entrevista que escribió a Biden y a Blinken para enfatizar “que esto debe ser una prioridad, que debemos llevarlo a casa”. Además señaló que Lloyd Austin, nuevo secretario de Defensa, aseguró que cualquier negociación sobre la presencia militar incluiría una discusión sobre los detenidos “en lugar de que nosotros simplemente saliéramos unilateralmente de allí”.
Representantes de la Fundación James W. Foley Legacy, que aboga por los rehenes, dieron a conocer al nuevo asesor de seguridad nacional Jake Sullivan su preocupación de que Frerichs y Paul Overby, un escritor estadounidense que desapareció en Afganistán en 2014, no estaban siendo priorizados adecuadamente durante las discusiones con los talibanes.
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Ofrecen recompensa por marino secuestrado
El Departamento de Estado ofrece 5 millones de dólares por información que conduzca al regreso de Mark Frerichs.
“El ciudadano estadounidense Mark Frerichs ha pasado un año secuestrado. No dejaremos de trabajar hasta que aseguremos su regreso sano y salvo a casa ”, dijo el portavoz de la dependencia, Ned Price.
El contratista permanece secuestrado en Afganistán a pesar de un año de negociaciones diplomáticas constantes, incluidas las conversaciones de paz en noviembre con el entonces secretario de Estado Mike Pompeo y los negociadores afganos y talibanes.
Estados Unidos y los talibanes firmaron un acuerdo de paz en febrero pasado, pero para gran frustración de la familia de Frerichs, su regreso no ocurrió.
“No quiero que ninguna tropa empiece a empacar y a salir hasta que Mark llegue a casa sano y salvo, porque no creo que tengamos una pierna sobre la que apoyarnos una vez que estén todos fuera”, dijo su hermana.
El secretario de Estado, dijo a los periodistas que la administración del presidente Biden quería analizar en detalle ese acuerdo. “Necesitamos entender exactamente lo que hay en el acuerdo” antes de decidir cómo proceder.
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