EFE.- La pandemia por coronavirus en México, en pleno pico de contagios, pone al país ante el enorme reto de afrontar y cambiar su estrategia priorizando el apoyo económico para las personas más vulnerables e impulsando la vacunación y la comunicación efectiva con la población.
Mientras México enfrenta el peor momento de la crisis sanitaria tras superar los 150 mil muertos, 38 especialistas de 29 diversas instituciones públicas y de salud -entre estas la Cepal y las OMS-, presentaron este miércoles recomendaciones con la intención de ayudar a mitigar el impacto de la pandemia.
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“Estamos conscientes de que son momentos de acción y reflexión. Esta es una oportunidad para mejorar políticas públicas, que sean más robustas y eficaces”, señaló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mundo ya rebasa los 100 millones de contagios, de los cuales 44 % provienen de América, por lo que, a decir de Cristian Morales, representante de la OPS/OMS en México, es necesario “cambiar el enfoque en la atención de la pandemia“.
México, es uno de los países de Latinoamérica más azotados por el coronavirus pues suma un millón 778 mil 905 casos y 152 mil 16 muertes.
Además, es el cuarto país del mundo por número de muertos y el decimotercero por volumen de contagios.
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Cepal pide apoyar a los más vulnerables
La responsable de la Cepal resaltó que tras casi un año de la llegada de la pandemia a México, es necesario un apoyo “urgente” a sectores de la población más vulnerables, especialmente en lo relacionado con lo económico.
Explicó que es necesaria la recuperación del empleo, tras la salida de la Población Económicamente Activa (PEA) de más de 12 millones de personas y la pérdida de 650 mil de trabajos formales.
También debería ponderar el empleo decente y proporcionar los apoyos necesarios, además de maximizar el trabajo “pero hacerlo con respeto a los derechos laborales”.
Del mismo modo, señaló que se debe hacer de la salud pública una prioridad de la política social y definir una ruta de financiamiento para “construir un sistema de salud público, robusto e integrado”.
