Víctor Casarreal
Los equipos campeones se construyen desde la oficina, eligiendo las piezas clave en cada posición para tener resultados en un futuro inmediato. Eso hizo Tampa Bay al contratar a Tom Brady.
La salida de Brady de los Pats era la oportunidad perfecta para armar un equipo que contendiera por llegar al Super Bowl, en un año en que la casa de los Buccaneers sería la sede y el gerente general, Jason Licht, puso manos a la obra para complacer a la familia Glazer, dueña de la franquicia.
El primer paso fue dejar ir al que en un principio parecía ser el futuro del equipo, el QB Jameis Winston, a quien eligieron en la primera selección global del Draft de 2015, pero en cinco años sólo tuvo una temporada ganadora (2016) y nunca pudo comandar a los Buccaneers a los Playoffs.
Sin embargo, reemplazar a Winston con Brady no era suficiente, había que darle a Tom las armas suficientes para ser aspirantes al título de inmediato y en la oficina se dieron en la tarea de reunir esas piezas.
SACARON DEL RETIRO A ‘GRON’
Lo principal era darle seguridad en la ofensiva y qué mejor que reunirlo de nuevo con su mejor cómplice en los Patriots, Rob Gronkowski, quien se había retirado tras la campaña de 2018 y firmó con los Bucs sólo por el gusto de seguir jugando con Brady.
RESCATARON A ANTONIO BROWN
No hay nada mejor para un quarterback que tener un gran cuerpo de receptores. Tampa Bay ya contaba con Mike Evans y Chris Godwin, dos jugadores con manos confiables, pero para hacer más sólida la ofensiva área, la gerencia rescató a un perdido Antonio Brown, quien brilló con los Steelers, pero tras su salida parecía que su futuro estaba acabado.
APUNTALARON EL ATAQUE TERRESTE
Los Jaguars de Jacksonville cometieron la osadía de dejar en libertad a su running back, Leonard Fournett y los Bucs de inmediato le echaron el ojo, lo incorporaron a la ofensiva como un arma más para Brady en el ataque terrestre y hacer una dupla de miedo junto a Ronald Jones.
SOPORTE DEFENSIVO
La gerencia general también se dio a la tarea se construir una defensiva sólida desde hace un par de años, contratando a jugadores de experiencia como los linebackers Jason Pierre-Paul en 2018 y Shaquil Barrett en 2019, mismo año en que firmaron al ala defensiva Ndamukong Shu.
One team. One cause.
— Tampa Bay Buccaneers (@Buccaneers) January 25, 2021
DRAFT DE CALIDAD
Tener buen ojo para seleccionar jugadores de impacto en el Draft es clave para la construcción de un equipo y defensivamente los Bucs han hecho un gran trabajo. El LB Devin White fue reclutado en 2019 y fue el líder esta temporada en tackleadas con 140, seguido de Lavonte David elegido en 2012 y Antoine Winfield seleccionado en 2020.
UN COACH EXPERIMENTADO
Tras hacer un buen trabajo de cinco años con los Cardinals (2013-2017), a los que llevó a la Final de la Conferencia y logró la mejor marca para la franquicia en su historia en 2015 (13-3). Bruce Arians fue contratado como coach en 2019 para comenzar la reconstrucción de un equipo sin rumbo.