Barcelona falla dos penaltis ante Cornellá, pero avanza en la Copa del Rey

El Barcelona festeja el gol de Dembélé ante Cornellá. Foto: EFE
El Barcelona festeja el gol de Dembélé ante Cornellá. Foto: EFE
Pese a fallar dos penaltis, el Barça elimina al Cornellá en la Copa del Rey gracias a los goles de Dembélé y Braitwaite en tiempos extra.

El Barcelona consiguió el pase para los octavos de final de la Copa del Rey española ante el Cornellá (0-2), un modesto equipo de Segunda B, gracias a una genialidad del francés Ousmane Dembélé y a un gol a puerta vacía del danés Martin Braithwaite en la prórroga.

Antes, Ramón Juan paró un penalti al bosnio Miralem Pjanic en el 39 y otro a Dembélé en el 79.

Las advertencias de las eliminaciones del Real Madrid y el Atlético de Madrid en la Copa del Rey no fueron suficientes para que el Barcelona tuviera que esperar hasta la prórroga para que una genialidad del francés Ousmane Dembélé y un gol a puerta vacía del danés martin Braithwaite eliminaran al modesto Cornellá.

En el tiempo extra, el tercero que disputó en los últimos ocho días, después de grandes dosis de sufrimiento, el Barcelona logró romper la imbatibilidad en la Copa del Rey de un espectacular Cornellá, verdugo en la ronda precedente del líder de LaLiga Santander, el Atlético de Madrid, y de un heroico Ramón Juan.

ABIERTO

Nadie consiguió poseer el dominio del partido en el tramo inicial, como si tratara de una final de Liga de Campeones, y el Barcelona, con el argentino Leo Messi sancionado, no creó peligro significativo en la tierra de Estopa hasta que en el minuto 33 el luso Trincao remató a bote pronto y obligó a lucirse por primera vez al portero local.

Antes, el Cornellà había intentado llegar a la portería de Neto mediante balones aéreos que casi fueron productivos para emular el guion perfecto de su partido ante el Atlético de Madrid. 

Koeman dio la titularidad al centrocampista del filial Ilaix Moriba. Así hizo debutar con el primer equipo a una de las grandes promesas actuales de La Masia.

El centrocampista guineano, que fue sustituido en el minuto 74, demostró detalles de calidad, pero poco a poco se fue contagiando del desconcierto general de su equipo.

PENALTIS DE TERROR

La historia empezó a formar parte de los guiones enloquecidos de esta edición de la Copa del Rey en el minuto 38, cuando Ramon Juán, de tan solo 21 años y con un casco protector al estilo Petr Cech, paró un penalti a Miralem Pjanic, quien lo lanzó a media altura a la derecha del portero.

Las malas sensaciones con las que el Barcelona llegó al descanso provocaron que Koeman sustituyera a Riqui Puig, amonestado, para dar entrada a Dembélé. 

Tampoco Griezmann consiguió inaugurar el marcador poco después al rematar de volea un pase picado de Pjanic. La respuesta del Cornellá no se hizo esperar y llegó en avalancha. Agus Medina disparó desde treinta metros, Neto despejó con dificultades  y la segunda jugada acabó con un remate desviado de Eloy Gila desde el interior del área.

El Barcelona tuvo una nueva oportunidad para devolver la normalidad a la Copa del Rey en el minuto 79, con otro penalti a favor. Pero Ramón Juan se convirtió en una estatua del Museo del Louvre y su inmovilidad le permitió rechazar con la pierna derecha el disparo de Dembélé, quien escogió el centro.

PRÓRROGA Y TRIUNFO

De todas maneras, el equipo de Ronald Koeman no se vino abajo moralmente y Braithwaite, Lenglet y Pjanic tuvieron tres maravillosas oportunidades para acabar con el sufrimiento azulgrana, pero la mala puntería de los dos primeros y la intervención providencial de Ramón Juan otra vez en el caso del bosnio mandaron la eliminatoria a la prórroga.

Dembélé, el más imprevisible del Barcelona, le regaló por fin la tranquilidad a su equipo al empezar el tiempo extra con un disparo fuerte con la pierna derecha desde el borde del área que se coló por la escuadra izquierda de la portería de Ramón Juan, que llegó a desviar el balón, pero no lo suficiente.

A partir de entonces, el Cornellá acusó el descomunal esfuerzo sostenido por la ilusión y ya no volvió a acercarse con peligro a la portería de Neto. Y, cuando intentó abocarse al ataque con un jugador menos por la expulsión de Estellés en el tramo final de la prórroga, el conjunto azulgrana le apuntilló en un contrataque finalizado por Braithwaite a puerta vacía.

El Barcelona, el Rey de la Copa, ya tiene ante sí uno de los caminos más asequibles de las últimas temporadas para levantar una más cuando llegue el buen tiempo, pero debe aprender la lección de Cornellá.

EFE

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