EFE.- Una sola dosis de la vacuna desarrollada por el Instituto Rega de la Universidad de Lovaina contra el Covid-19, basada en la vacuna de la fiebre amarilla, podría proteger de por vida, dijo a EFE la investigadora española Lorena Sánchez Felipe.
Además de la prometedora vacuna, el equipo trata de dar con tratamientos efectivos contra el Sars-Cov-2 y otros virus.
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Lorena Sánchez y Neyts reciben a EFE en el laboratorio automatizado único en su género donde en los últimos meses han sido analizadas 1.7 millones de sustancias para comprobar si reducen la proliferación del coronavirus.
La única española en el equipo
“Llevo trabajando aquí cuatro años (…) Mi labor principal es el diseño, el descubrimiento de nuevas vacunas. Me ocupo de toda la parte de biología molecular relacionada con ellas”, dice la científica.
La investigadora explica que ha estado activamente involucrada en el diseño de la vacuna contra el coronavirus del Instituto Rega.
“Desde el momento en que empezamos a trabajar hice rápidamente los diseños basados en el conocimiento que ya teníamos de otras vacunas“, en particular la de la fiebre amarilla, señala.
Los devastadores efectos del Covid-19 han hecho que “si de normal ya tienes motivación, ahora la motivación es aún mayor para sacar algo que pueda parar esto”, añade.
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El Instituto Rega confía en que la vacuna sea autorizada en 2022, después de las pruebas realizadas en hámsters, que han arrojado muy buenos resultados y que deben ser completadas con ensayos en humanos.
Doble protección: contra el coronavirus y la fiebre amarilla
La nueva técnica que utilizan consiste en usar el código genético del virus de la vacuna contra la fiebre amarilla a modo de vector (portador) de la proteína de la espina del Covid-19 para lograr una respuesta protectora “eficiente” contra ambos virus al mismo tiempo, explica Neyts.
El motivo por el que se ha recurrido a la vacuna de la fiebre amarilla, añade, es que “tiene 82 años, ha sido utilizada en 800 millones de personas, una sola dosis actúa rápidamente, facilitando una protección duradera”.
Esa potencial vacuna es la mayor apuesta del instituto, se comenzó a desarrollarla a principios de 2020, después de que equipos de China y Australia publicaran en internet el código genético del virus.
“Hemos visto que en hámsters nuestra vacuna es muy efectiva, una sola dosis los protege completamente 10 días contra la infección de Sars-Cov-2“, añade.
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Frente a las dos vacunas que están ya autorizadas en la Unión Europea, la de Pfizer y BionTech, y Moderna, “la ventaja de nuestra vacuna es que también ayuda en lugares donde la fiebre amarilla es endémica, como Latinoamérica y África“.
Estiman iniciar pruebas de la vacuna en humanos en otoño
Tras los estudios en animales, está previsto que los ensayos en humanos comiencen el próximo otoño.
“Puede parecer tarde comparado con Pfizer y otras, pero somos un equipo más pequeño, con otro presupuesto”, añade Neyts, y precisa que si todo va bien, confían en que la vacuna reciba una autorización en 2022.
El laboratorio opera ahora con la empresa holandesa Batavia Biosciences para fabricar la vacuna en grandes cantidades y poder llevar a cabo los ensayos en voluntarios.
Los destinatarios podrán ser tanto población de Europa y Estados Unidos, “países donde la fiebre amarilla es endémica o en Asia, donde el mosquito que la transmite se encuentra en algunas zonas y podría crear epidemias“, señala Neyts.
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