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El presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence parecen haberse reconciliado después de casi una semana de silencio, ira y acusaciones.
Los dos se reunieron el lunes por la noche en la Oficina Oval y tuvieron una “buena conversación”, de acuerdo con un alto funcionario de la administración. Fue la primera vez que hablaron desde el miércoles pasado, cuando Trump incitó a sus partidarios a asaltar el edificio del Capitolio mientras Pence presidía la certificación de los resultados electorales. Pence y su familia se vieron obligados a esconderse.
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Durante su conversación, dijo el funcionario, Trump y Pence se comprometieron a continuar trabajando durante “el resto de su mandato”, un aparente reconocimiento de que el vicepresidente no planea invocar la 25ª Enmienda para destituir a Trump cuando quedan nueve días de su gobierno.
Aunque la oficina del vicepresidente no ha descartado la posibilidad de invocar la enmienda, Pence ha sugerido que no intentará remover a Trump. La Cámara de Representantes está preparada para emitir una votación el martes pidiendo a Pence que invoque la enmienda.
“El presidente representa una amenaza inminente para nuestra Constitución, nuestro país y el pueblo estadounidense, y debe ser destituido de su cargo de inmediato”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Los demócratas en el Congreso presentaron el lunes el artículo de juicio político que acusa al presidente Trump de incitar a la insurrección en relación con el violento asalto al Capitolio.
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La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, podría votar sobre el juicio político el miércoles. Una aprobación haría de Trump el único presidente de Estados Unidos que ha enfrentado dos juicios políticos.
Antes del ataque al Capitolio, Trump estaba presionando a Pence para que descartara los votos electorales de estados donde ganó Joe Biden. La tensión entre ambos incrementó tras los comentarios del mandatario el miércoles antes de que el Congreso ratificara los resultados del Colegio Electoral.
En un comunicado emitido minutos antes de la ceremonia en el Capitolio que presidió, el vicepresidente reconoció que no podía “asumir una autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contar y cuáles no”. El presidente respondió de inmediato y afirmó que Pence “no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho”.
Con información de AP.
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