Brady lanzó para 381 yardas y dos pases de anotación. (FOTO: Reuters).
Tom Brady hizo valer los pronósticos y los Buccaneers de Tampa Bay se instalaron en la ronda Divisional tras superar a WFT por 31-23, que dio más pelea de lo esperado, pese a no contar su Alex Smith como el mariscal de campo titular.
Lo que parecía ser un partido de trámite para los Bucs, terminó por tener tintes de dramatismo, pues el quarterback Taylor Heinicke salió respondón y se puso de tú a tú contra Brady, sin importar la diferencia de experiencia y títulos.
En la primera mitad Tom Brady lanzó dos pases de touchdown, el primero para Antonio Brown y el segundo para Chris Godwin, de 36 y 27 yardas respectivamente, con lo que se perfilaba una fácil victoria para Tampa Bay.
Sin embargo, la defensiva de Washington Football Team hizo algunos ajustes para la segunda mitad y no permitió puntos en el tercer cuarto, y respondió con dos goles de campo, para poner el marcador 18-16 y ponerle emoción al cierre del partido.
En el último periodo, los Bucs anotaron diez puntos sin respuesta, primero con un gol de campo y después con un acarreo de Leonard Fournette de ocho yardas para touchdown, con lo parecía que el partido estaba resuelto.
Pero el joven mariscal de campo de WFT tenía otros planes y pese a tener su primer partido como QB titular en playoffs y segundo en su carrera, no se intimidó y mostró que podía dar pelea hasta el final, al hacer una gran jugada, evitar la captura y correr 11 yardas en busca de las diagonales, que encontró al aventarse arriesgando el físico, para acercar otra vez a cinco puntos a su equipo.
Con menos de cinco minutos en el reloj, los Bucs extendieron la ventaja a ocho puntos otra vez, con un gol de campo, dejando una última oportunidad a Heinicke para dar la sorpresa, pero la defensiva de los Bucs se comportó a la altura y acabó con las ilusiones de Washington.
Tom Brady terminó con 381 yardas y dos pases de touchdown, para mantener el sueño de conquistar su séptimo anillo de Super Bowl, pero ahora como bucanero. Además, se convirtió en el jugador de mayor edad en lanzar un pase de touchdown en playoffs, con 43 años y 159 días, superando a George Blanda (43 años y 108 días).
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