El expresidente Barack Obama acusó este miércoles por la noche que los disturbios en el Capitolio fueron incitados por el presidente Donald Trump, y afirmó que los hechos quedarán en la historia como “un momento de gran deshonor y vergüenza” para Estados Unidos, pero no le parecieron algo realmente inesperado.
“Nos estaríamos engañando a nosotros mismos si lo tratamos como una sorpresa total”, escribió el exmandatario estadounidense en un comunicado, criticando a Trump por haber incitado las protestas afirmando falsamente hubo un fraude generalizado en las elecciones del 3 de noviembre.
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Obama también reprobó la postura de varios republicanos que “no han estado dispuestos a decir la verdad” y continúan insistiendo en que Trump ganó cuando “esta no fue una elección particularmente cerrada”.
“Su narrativa de fantasía se ha disparado más lejos de la realidad, y se basa en años de resentimientos sembrados. Ahora estamos viendo las consecuencias, azotadas en un violento crescendo”, apuntó el expresidente.
Los legisladores ya han reanudado la reunión para certificar la victoria electoral de Joe Biden luego de que partidarios de Trump irrumpieran en el Capitolio para frustrar el proceso, una violenta protesta que llevó a la muerte de una mujer dentro del inmueble y a que los integrantes del Congreso fueran evacuados a otros lugares del complejo para protegerlos.
“En este momento, los líderes republicanos tienen una opción clara”, agregó Obama. “Pueden continuar por este camino y seguir avivando las llamas de la furia, o pueden elegir la realidad y dar los primeros pasos para extinguirlas”.
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Horas antes de que los partidarios de Trump evadieran a la policía e ingresaran al Capitolio, el presidente alentó a simpatizantes a marchar hacia el Capitolio, y les pidió “deshacerse de la gente débil del Congreso”.
