EFE.- El número de tiroteos y homicidios en Estados Unidos incrementó durante 2020, lo que coincidió con la pandemia del coronavirus y lo convirtió en el año con más muertes en décadas.
Más de 19 mil personas -sin contar suicidios- perdieron la vida en el país en incidentes con armas de fuego, según Gun Violence Archive (GVA), una base de datos sobre violencia armada en el país.
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Se trata de la cifra más alta en más de 20 años, a tenor de varios recuentos que sitúan el promedio de fallecidos por disparos en 11 mil 500 al año desde 1999, incluyendo tiroteos intencionales y accidentes.
Aunque los datos aún no son definitivos en muchas ciudades, el aumento de la violencia armada fue generalizado en todo el país y se presentó desde el comienzo del año, aunque se aceleró especialmente durante el verano y el otoño.
Según un informe de la Comisión Nacional sobre Covid-19 y justicia penal (NCCCJ, por sus siglas en inglés), los homicidios en 28 ciudades se dispararon 36% entre junio y octubre con respecto al año anterior.
Nueva York, Los Ángeles, Dallas, Houston, Washington, y Philadelphia, aumentaron las muertes violentas en lo que va de año. Los datos son especialmente preocupantes en Chicago, que a mediados de noviembre acumulaba ya casi 700 asesinatos, una subida de 53%, según datos recopilados por el analista de crimen Jeff Asher.
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Se rompe la tendencia
Así, 2020 rompió con la tendencia generalizada a la baja en las tasas de crimen violento que se vio en Estados Unidos durante las últimas dos décadas y que hicieron que los asesinatos se redujeran casi 50%.
El gran ejemplo de ello es Nueva York, convertida desde hace años en una de las ciudades más seguras del país y en un lugar que poco tiene que ver con el de los años 80 y 90, cuando se registraban más de 2 mil homicidios al año.
2020 se cerrará con al menos 447 homicidios, una cifra muy alejada de aquellos máximos, pero el número más alto en casi una década.
Mientras que otros tipos de crímenes cayeron este año los tiroteos subieron con fuerza, algo que las autoridades neoyorquinas atribuyen en una buena parte a enfrentamientos entre bandas criminales.
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La pandemia, el gran benefactor
Detrás del aumento de la violencia se encuentra la pandemia de la Covid-19, según coinciden autoridades y expertos, que apuntan a una larga lista de factores resultado de la crisis sanitaria, empezando por un impacto económico que dejó a millones de estadounidenses sin trabajo.
El virus y las medidas de distanciamiento social se hicieron notar en el combate al crimen, con la actividad en los juzgados prácticamente paralizada durante meses y complicando el trabajo de la policía para prevenir la violencia y para resolver los casos existentes.
En Nueva York, según admitió esta semana el comisario de la policía, Dermott F. Shea, el cuerpo sufrió importantes problemas al inicio de la pandemia, con muchos agentes enfermos o apartados por potenciales contagios, lo que obligó a redistribuir personal a zonas que no conocían bien y dificultó las investigaciones.
Los policías también apuntan a la oleada de protestas del movimiento “Black Lives Matter” como un factor importante, al aumentar la desconfianza de muchos ciudadanos en los agentes y reducir la cooperación, mientras que organizaciones de la sociedad civil acusan a los uniformados de abandonar sus funciones en reacción a las manifestaciones en su contra.
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Los datos ponen en cuestión ambas teorías, pues el crecimiento de la violencia ya era claro antes del estallido de las manifestaciones a raíz de la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano que murió a manos de policías en Minneapolis (Minnesota), sobre todo en algunas de las ciudades peor paradas como Chicago.
Otros expertos apuntan como un elemento muy a tener en cuenta el fuerte aumento de las ventas de pistolas y rifles registrado desde el inicio de la pandemia en un país donde ya había más armas en manos de civiles que ciudadanos.
La esperanza de las autoridades es que el fenómeno sea pasajero y que 2020 quede como una anomalía en los libros de historia. “No puedo imaginarme un periodo más oscuro”, aseguró este martes el máximo responsable de la Policía de Nueva York al hacer su balance de fin de año.
