El director surcoreano Kim Ki-duk, ganador del Festival de Cine de Venecia en 2012, murió este viernes en Letonia por Covid-19. Tenía 59 años.
La muerte de Kim Ki-duk fue confirmada indirectamente por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, que anunció que “un hombre surcoreano de unos 50 años murió mientras era tratado por Covid-19 en un hospital en Letonia durante las primeras horas del 11 de diciembre, hora local”.
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Las autoridades surcoreanas se negaron a dar datos de la identidad del individuo argumentando el respeto a la privacidad.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur dijo que su embajada en Riga estaba contactando a la familia del hombre y les ofreció ayuda para organizar un funeral.
Kim Ki-duk llegó a Letonia el 20 de noviembre para comprar una casa en Jurmala, el balneario del país cerca de Riga, la capital, y solicitar un permiso de residencia, dijo la emisora pública lituana Baltic News Service.
El Baltic News Service citó al cineasta ruso Vitaly Mansky, presidente de un festival internacional de documentales en Riga, quien dijo que Kim murió después de enfermarse de Covid-19. Mansky no fue contactado de inmediato para hacer comentarios.
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Kim Ki-duk ganó en 2012 el primer premio en el Festival de Cine de Venecia con su película Pieta, una brutal historia de venganza y redención de madre e hijo. También ganó premios al mejor director en festivales de Venecia y Berlín, y obtuvo otro premio en el festival de Cannes de 2011 por su película Arirang.
Si bien sus películas a menudo obtuvieron elogios de la crítica, muchos espectadores, especialmente las mujeres, las consideraron perturbadoras debido a la violencia excesiva y las representaciones de violación y castración.
En 2013, Kim Ki-duk fue acusado de haber golpeado a una actriz mientras la instruía para realizar su actuación. Kim fue multado con 5 millones de wones (4 mil 570 dólares) por cargos de agresión en 2018.
