Checo Pérez y una frase que marca su carrera: “Nunca te rindas”

Checo Pérez, en la premiación. (Foto: EFE).
• Cuando buscaba un lugar en la Fórmula Uno, Checo Pérez estuvo a punto de tirar la toalla, pero con apoyo de su familia persistió y lo logró.

Luego de ganar su primer Gran Premio de Fórmula Uno el domingo pasado en Sakhir, Sergio Pérez reconoció que “me costó 10 años llegar aquí”, según comentó cuando estaba en el podio antes de recibir el trofeo de campeón.

La carrera histórica de Checo refrenda una de sus frases favoritas y con la que se rige desde antes de llegar a la máxima categoría del automovilismo: “Nunca te rindas.

En la primera vuelta se vio envuelto en un accidente con el holandés Max Verstappen y el monegasco Charles Leclerc, y el propio Pérez reconoció que en ese momento pensó que “había perdido toda opción, la carrera se había acabado para mí. Pero no desistí”.

Pasó de arrancar en la quinta posición a caer en la última (18) tras la colisión; sin embargo, no claudicó y remontó poco a poco hasta rebasar a todos los pilotos.

Hoy el mexicano recoge los frutos de su talento, trabajo y perseverancia; sin embargo, su padre Antonio Pérez Garibay recuerda que Checo estuvo a punto de tirar la toalla cuando estaba buscando un lugar como piloto de F1.

“Cuando tenía 15 años y se fue a Europa se fue solamente con boleto de avión de ida, lo llevé a Toluca a que tomara un vuelo a Frankfurt y de ahí a Munich; ahí vivió todo el año, pero por ahí del medio año vivía en un restaurante, cocinaba postres en las noches y vendían postres en el restaurante, estaba al pendiente de los hornos. Se dedicaba a la repostería”, contó Pérez Garibay en entrevista con el portal Mediotiempo.

“A media temporada decide renunciar, ya no quería estar en Europa; los fines de semana eran muy bonitos porque tenía carrera, pero toda la semana era muy triste en Alemania.

“Estaba solo, era un chavo a los 15 años, mexicano, la verdad la pasaba muy mal y habló con la familia, llegó un momento en que dijo: ‘me quiero regresar, esto está muy difícil, yo pensé que esto iba a ser más fácil, yo pensé que iba a llegar y tener contratos, yo era tan bueno en México’… Estaba muy frustrado y triste”, añadió el padre de Checo en la entrevista citada.

Paola Pérez, hermana del piloto, fue clave para que Checo no desistiera de su sueño, pues se fue a Munich con él y lo empezó a acompañar en las carreras, con lo que posteriormente se convertiría en su representante, hecho inédito para una mujer ahora en la Fórmula Uno.

Así las cosas, abrazado a su frase “Nunca te rindas” y con el apoyo de su familia, Checo Pérez recoge los frutos de su perseverancia, pues más allá de que aún es incierto si seguirá en Fórmula Uno o no el próximo año, en la presente temporada ya hizo historia.

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