Por Cecilia Reynoso
Con una gran cruz rosa por delante, alrededor de mil 500 mujeres y algunas decenas de hombres, iniciaron la tarde de este miércoles la marcha por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
A la vanguardia iban algunos familiares de mujeres asesinadas y víctimas de la violencia, seguidos por contingentes de colectivos feministas y diversas organizaciones sociales.
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La caminata partió del Monumento a la Revolución. Entre tantas mujeres destacaban alrededor de 100 jóvenes vestidas de negro, con rostro cubierto, y el contingente de las mujeres indígenas mazahuas con atuendos multicolor. Todas exigían no más violencia contra las mujeres. Algunas en silencio con pancarta en mano, otras al ritmo de los tambores entonando consignas: “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”.
Las mujeres de negro avanzaron sobre la banqueta de avenida Juárez, donde la mayoría de los establecimientos fueron protegidos con vallas de metal y madera, lo que no evitó que algunas puertas, vidrios, paredes y mobiliario urbano resultaran dañados.
Sobre la avenida Juárez continuaba la marcha y las consignas, las cuales para los medios fueron secundarias pues las jóvenes de negro acapararon el interés de la mayoría.
Al llegar a Avenida 5 de Mayo, empezaron a lanzar los primeros petardos. Las pintas continuaron en los negocios.
Minutos antes de las 5 de la tarde, la vanguardia entró a la plancha del Zócalo y empezó el mitin. Mientras transcurrían los discursos de los oradores, las jóvenes de negro lanzaron varios petardos al atrio de la Catedral, que se encontraba rodeada de vallas metálicas. De inmediato, cientos de mujeres policías se ubicaron en la fachada del recinto. Sin la posibilidad de ingresar al atrio, las jóvenes corrieron hasta Palacio Nacional.
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Varios petardos fueron lanzados hacia Palacio Nacional y después de unos minutos las manifestantes lograron derribar las cuatro filas de vallas instaladas a unos metros de la fachada del inmueble. Quedaron frente a frente con las policías que lo resguardaban. Las jóvenes empezaron a confrontar y gritar a las policías. Estas respondían arrojándoles gas pimienta y gas de extintor de incendios para dispersarlas.
Así transcurrió media hora. Cuando los enfrentamientos entre policías y manifestantes parecían salirse de control, unos 50 integrantes de la Brigada de Paz Marabunta, dedicada a la defensa de los derechos humanos, y alrededor de 30 miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), se colocaron entre ambos bandos, apaciguando los ánimos.
Por unos minutos prevaleció la calma. La atención de todos volvió a los discursos en el templete. Algunos de los reclamos de las oradoras fueron la falta de perspectiva de género de las autoridades para atender la violencia contra las mujeres, la lentitud para investigar y resolver los casos, y la violencia institucional que padecen las víctimas.
Pero el caos regresó. Algunas jóvenes de negro entraron a lo que queda del campamento del Frente Nacional Anti AMLO (FRENAAA), instalado en la plancha del Zócalo. Tomaron algunas casas de campaña para encender una fogata. Luego, alrededor de 60 de las jóvenes volvieron a chocar con cientos de mujeres policías y éstas nuevamente les arrojaron gases. Los“Marabuntas”, junto con personal de la CDHCM, una y otra vez enfriaban la situación. Así transcurrió una hora.
Para entonces, en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México sólo quedaban las mujeres del bloque negro, algunos reporteros, el campamento de FRENAAA y las policías, quienes cerca de las 7 de la tarde dispersaron a las últimas manifestantes.
