La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos clausuró este miércoles el centro de detención de migrantes del sur de Texas donde se encontraban las “jaulas” que utilizó la administración de Donald Trump para los niños migrantes, según información del Washington Post.
Los funcionarios explicaron que se rediseñará el almacén para brindar mejores condiciones humanas a los migrantes a partir del 2022.
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“El nuevo diseño permitirá alojamientos actualizados, lo que mejorará en gran medida la eficiencia operativa del centro, así como el bienestar de las personas procesadas”, dijo a The Washington Post Thomas Gresback, un portavoz de la Patrulla Fronteriza.
La administración de Barack Obama abrió las instalaciones en 2014 después de que un número récord de familias y niños centroamericanos comenzaron a llegar al sur de Texas, lo que dejó una sobrepoblación en las estaciones fronterizas.
El CBP obtuvo un gran almacén y lo convirtió rápidamente en un centro de procesamiento. Se utilizaron cercas de bajo costo para crear separaciones que llegaron a simbolizar el trato “deshumano” de los migrantes bajo custodia de Estados Unidos, señala el diario estadounidense.
Antes de la pandemia de la Covid-19, las familias migrantes y los niños fueron llevados al almacén luego de ser detenidos en el Valle del Río Grande, por cruzar sin documentos a los Estados Unidos.
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La información personal y biométrica de los migrantes se registró en bases de datos del gobierno. Además, pasaban varios días durmiendo en colchonetas mientras esperaban a que las autoridades determinaran si serían transferidos a un centro de detención a largo plazo y devueltas a México o liberados.
Los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional y los expertos en migración han advertido que la administración entrante de Joe Biden corre el riesgo de enfrentar una nueva crisis migratoria el próximo año.
México y Centroamérica han sido golpeados por la contracción económica de la pandemia de coronavirus y las catastróficas inundaciones por múltiples huracanes.
Rodolfo Karisch, quien se retiró en enero como jefe de la Patrulla Fronteriza del sector del Valle del Río Grande dijo que la decisión de quitar las “jaulas” y renovar las instalaciones era una señal de que la Patrulla Fronteriza había prestado atención a la protesta pública y preguntó “¿Qué más podemos hacer para mejorarlo?”.
