Cuatro demandas, todas presentadas por un abogado en nombre de votantes que apoyan a Donald Trump y para impugnar los resultados de las elecciones, fueron retiradas abruptamente el lunes en Georgia, Wisconsin, Michigan y Pennsylvania.
Una de las demandas, interpuesta en Wisconsin, buscaba impedir que el estado certificara votos en varios condados de tendencia demócrata, alegando que hubo fraude electoral y sufragios “ilegales” en dichas áreas. Los demandantes admitieron que no tenían evidencia para respaldar lo anterior, y la querella fue desestimada antes de que llegara a la corte.
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En Michigan, la fiscal general del estado, Dana Nessel, indicó que la demanda, que pretendía invalidar los resultados en tres condados, también fue retirada de manera repentina.
“Este caso fue claramente diseñado para difundir desinformación respecto a la seguridad e integridad de las elecciones de Michigan”, dijo Nessel, una demócrata, en un comunicado. “Los resultados reflejan la voluntad de los votantes”.
Las demandas en Georgia y Pennsylvania, con las que los partidarios de Trump igualmente intentaron anular votos emitidos en condados de tendencia demócrata, también fueron retiradas el lunes por la mañana. Los demandantes no dieron una razón por la cual tomaron esa decisión.
El abogado que representó a los votantes republicanos, James Bopp, dijo que no podía explicar por qué retiraron las demandas debido al privilegio entre cliente y abogado.
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Varios funcionarios federales y estatales han rechazado las acusaciones infundadas de Trump de que hubo un masivo fraude electoral en los comicios, diciendo que la elección del 3 de noviembre se desarrolló sin mayores contratiempos.
Pero el presidente Trump y sus partidarios han emprendido una batalla legal, quejándose de que hubo problemas con las firmas, votos tardíos, boletas perdidas y observadores electorales que no pudieron estar cerca del recuento.
