¿Cómo será la transición de poder en Estados Unidos?

¿Cómo será la transición de Trump a Biden en la presidencia de EU?
Foto: Reuters

Este sábado, Joe Biden derrotó a Donald Trump para convertirse en el 46° presidente de Estados Unidos, posicionándose para liderar una nación asolada por una pandemia histórica y una confluencia de turbulencias económicas y sociales.

Su victoria se produjo después de más de tres días de incertidumbre mientras los funcionarios electorales revisaron una oleada de votos por correo que retrasaron el procesamiento de algunas boletas. Biden cruzó los 270 votos del Colegio Electoral con una victoria en Pennsylvania.

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Pero, ¿qué pasará ahora?

Tras las proyecciones de los medios que este sábado confirmaron que Joe Biden será el próximo presidente de Estados Unidos, queda ahora en el aire cómo será la transición del gobierno de Donald Trump a la futura administración del demócrata.

Según el diario The Washington Post, el equipo de Biden lleva meses preparando esa transición, con la ayuda de funcionarios.

Por otra parte, la Casa Blanca ya ha designado al vicejefe de gabinete del presidente Donald Trump, Chris Liddell, para encabezar las gestiones de la transición.

La agencia gubernamental encargada de iniciar este proceso es la Administración de Servicios Generales (GSA, en inglés), una vez que se determina que hay un ganador “aparentemente exitoso” en las elecciones.

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Hasta las 17:00 horas (hora local) de este sábado, la GSA todavía no había corroborado las proyecciones de los medios de comunicación.

Donald Trump dijo este sábado en un comunicado que a partir del próximo lunes su campaña comenzará a procesar su caso en los tribunales para “garantizar que las leyes electorales se cumplan plenamente y que el ganador legítimo esté sentado”.

El mandatario ha alegado que se han contado “votos ilegales”, que llegaron tarde a los centros de conteo de votos y que eso es lo que le ha dado la victoria a Biden. Además de que los observadores republicanos no han podido ingresar a las salas de conteo, por lo que “no descansará” hasta que los estadounidenses “tengan el recuento de votos honesto que se merecen (…) eso significa contar todos los votos legales y no contar los votos ilegales”. 

“Esta es la única manera de garantizar que el público tenga plena confianza en nuestra elección”, asegura Trump.

De acuerdo con el Post, responsables del equipo de Biden estaban preparándose ante la posibilidad de que el Gobierno de Trump pueda poner obstáculos para que no tengan todo el acceso a los recursos del Ejecutivo, tal y como está requerido por ley.

El 8 de diciembre es la fecha límite para resolver disputas electorales a nivel estatal. Todos los recuentos estatales y las impugnaciones judiciales sobre los resultados de las elecciones presidenciales deben completarse para esta fecha.

El 14 de diciembre, los electores, es decir, los delegados de los estados, votan en papel en sus respectivos estados y el Distrito de Columbia. Treinta y tres estados y D.C. tienen leyes o reglamentos de partidos que requieren que los electores voten de la misma manera que el voto popular en el estado, y en algunos estados, los electores incluso pueden ser reemplazados o sujetos a sanciones, según el Servicio de Investigación del Congreso.

Se cuentan los votos para presidente y vicepresidente y los electores firman seis “Certificados de Voto”. Los certificados, junto con otros documentos oficiales, se envían por correo certificado a varios funcionarios, incluido el presidente del Senado.

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El 23 de diciembre los certificados deben entregarse a los funcionarios designados. Si no se entregan, la ley ofrece vías alternativas para llevar los resultados a Washington.

El 6 de enero de 2021, la Cámara y el Senado celebran una sesión conjunta para contar los votos electorales. Si una boleta ha recibido 270 o más votos electorales, el presidente del Senado, actualmente el vicepresidente Mike Pence, anuncia los resultados.

Los miembros del Congreso pueden oponerse a las votaciones de cualquier estado. Las objeciones deben ser formuladas por escrito por al menos un miembro de la Cámara y uno del Senado.

Si la objeción cumple con ciertos requisitos, cada cámara se reúne por separado para debatir la objeción durante un máximo de dos horas. Posteriormente, cada cámara vota para aceptar o rechazar la objeción.

De nuevo en sesión conjunta, se anuncian los resultados de las respectivas votaciones. Cualquier objeción al voto electoral de un estado debe ser aprobada por ambas cámaras para que se excluya cualquier voto impugnado.

Si ninguno de los candidatos presidenciales obtiene al menos 270 votos electorales, la Cámara decide la elección, con base en la 12ª Enmienda a la Constitución. Si fuera necesario, la Cámara elegiría al presidente por mayoría de votos.

El día de la inauguración

El próximo 20 de enero de 2021 al mediodía será el llamado Día de la Inauguración. Este día ocurre cada cuatro años el 20 de enero, o el 21 de enero si el 20 cae en domingo, en el edificio del Capitolio de Estados Unidos en Washington, DC.

El vicepresidente electo y el presidente electo, en ese orden, prestarán juramento al cargo y se convertirán en vicepresidente y presidente de Estados Unidos, respectivamente.

El juramento que el presidente electo debe recitar es “Juro (o prometo) solemnemente que desempeñaré fielmente el cargo de Presidente de los Estados Unidos y que hasta el límite de mis capacidades guardaré, protegeré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos“.

Posterior a esto, el nuevo presidente da un discurso.

Después de la ceremonia, los ahora expresidente y exprimera dama dejan el Capitolio. El nuevo presidente deberá firmar una serie de documentos y, como tradición, celebrar un almuerzo en el Capitolio para después presenciar un desfile militar.

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¿Sería una transición amistosa?

En un mitin de campaña en Ohio, Trump sugirió que podría dificultar el proceso.

“Me preguntan ‘si usted pierde, ¿habrá una transición amistosa?’ Bueno, cuando gané ¿me concedieron una transición amistosa?”, dijo el republicano.

“Espiaron a mi campaña, hicieron todas esas cosas, esa no fue una transición amistosa”, señaló el presidente.

Trump ha alegado en varias ocasiones que miembros de su equipo electoral, durante la campaña para las elecciones de 2016, fueron espiados ilegalmente durante las pesquisas de la llamada trama rusa, sobre la presunta injerencia de Moscú en los comicios de ese año a favor del ahora presidente.

Sin embargo, el FBI ha negado que espiara ilegalmente a miembros de la campaña de Trump, a los que dio seguimiento durante la campaña para las elecciones de 2016.

Con información de agencias

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