El presidente Donald Trump y su rival, el demócrata Joe Biden, lanzaron una ofensiva el domingo, pues hicieron campaña en Nevada y Carolina del Norte, respectivamente, buscando cambiar las tendencias de voto de las últimas elecciones.
Trump comenzó su día en Nevada visitando una iglesia antes de un evento para recaudar fondos y un mitin nocturno en Carson City. En dicho estado, que antes era considerado un campo de batalla, ningún candidato presidencial republicano ha ganado desde 2004.
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Biden, por su parte, asistió a misa en Delaware antes de hacer campaña en Carolina del Norte, donde un demócrata en la carrera por la Casa Blanca no ha ganado desde que Barack Obama lo hizo en 2008.
Ambos candidatos están esforzándose en estados que podrían ayudar a asegurar la victoria, pero la dinámica de la carrera es notablemente estable. Biden disfruta de una ventaja significativa en las encuestas nacionales y también tiene una ventaja menor en las encuestas de los estados campo de batalla.
El presidente Trump, quien no portó un cubrebocas ni respetó el distanciamiento físico, estuvo en la primera fila de la International Church en Las Vegas y dijo que “ama ir a las iglesias”. También declaró que hay “un grupo del otro lado” que no está de acuerdo con él e instó a votar “el 3 de noviembre o antes”.
El mensaje fue muy distinto en Durham (Carolina del Norte), donde en un autocinema el demócrata Joe Biden urgió a combatir el racismo institucional y prometió ayudar a generar riqueza en la comunidad afroamericana.
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“No deberíamos tener ninguna tolerancia hacia los supremacistas blancos que marchan por nuestras comunidades; si dices que ‘no hay necesidad de confrontar la injusticia racial en este país’, como él (Trump) dice, no habrás abierto los ojos a la verdad”, apuntó el exvicepresidente.
