Por Ana Lucía Hernández
Durante 2020, el gobierno de México ha adjudicado al laboratorio argentino Kemex contratos por casi 252 millones de pesos para surtir más de un millón de piezas de medicamentos, entre ellos, 13 claves de oncológicos, de acuerdo con datos del Instituto Farmacéutico, Inefam.
“En promedio, cada pieza costaría 252 pesos. Si eso lo multiplicamos por los 38 mil medicamentos que se robaron, estamos hablando de 9 millones 576 mil pesos”, asegura Enrique Martínez, director general del Inefam, consultora del mercado público de medicamentos para México y Latinoamérica.
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Afirma que el robo significa un golpe para los cientos de pacientes pediátricos que necesitan seguir con sus tratamientos: advierte que las compras de medicamentos oncológicos en México siguen siendo insuficientes: “Al día de hoy sigue 60% por debajo de lo que las instituciones públicas deberían estar adquiriendo, esto no ha cambiado y el robo de las 38 mil piezas complica más la situación”, dijo en entrevista con LatinUs.
De acuerdo con Israel Rivas, vocero de los padres de niños con cáncer, los medicamentos robados “garantizaban en varios hospitales del país el abasto de octubre, noviembre, diciembre y parte de enero”.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México informó en un comunicado que hay avances en varias líneas de investigación sobre lo que ocurrió el fin de semana pasado en una bodega de la empresa Novag Infancia S.A de C.V., en la alcaldía Iztapalapa.
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¿Qué hacían los medicamentos en la bodega de un tercero?, Enrique Martínez explica que el laboratorio Kemex no tiene oficina en nuestro país, por lo que posiblemente Novag Infancia funciona como su representante en México. “Como es una licitación abierta internacional, pudieron haber hecho algún convenio para su representación local. Dentro de los aspectos regulatorios que se exigen en el país, es que cuando ya hay medicamentos puestos afuera en el mercado, ya sea público o privado, debe haber algún responsable del mismo”, afirma.
Aunque la Secretaría de Salud no ha transparentado detalles de la compra, Enrique Martínez asegura que hay posibilidad de que el gobierno de México aún no pagara por los medicamentos: “Una cosa es el fallo y otra es la compra real, lo que finalmente se termina pagando. Es muy raro que haya pagos adelantados, no es típico que el gobierno haga pagos adelantados, es de esperar a que se entreguen los medicamentos”.
Xavier Tello, médico cirujano y analista en políticas de salud, critica que los medicamentos se hayan comprado a un laboratorio con antecedentes: en marzo pasado, el ministerio de salud de Argentina emitió una alerta para retirar de los hospitales dos lotes de un medicamento utilizado en el tratamiento de leucemias, carcinomas, linfomas y mieloma múltiple. “¿Porqué se decidió hacer una compra directa con este laboratorio argentino que ya había tenido un problema de impurezas en una ciclofosfamida?, por menos que esto le quitaron las compras a Pisa”, señaló.
“Lo menos que deben hacer es ir con un laboratorio de análisis o con un tercero autorizado, como siempre se hace y verificar que los medicamentos tengan biodisponibilidad, bioequivalencia, control de calidad, que estén las concentraciones correctas, que no tengan impurezas. ¿Ya se había hecho eso? si lo hicieron, deben dar a conocer los resultados”, agrega.
Asegura que si las autoridades no explican lo que ocurrió podría prestarse a especulaciones. “La gente está pensando desde que no había nada y que nunca llegaron, o al otro extremo, que fue un autorrobo porque encontraron que estaba contaminado. No dan información. Es un mal chiste, es un chiste cruel”, concluye.
