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La jueza Amy Coney Barrett, nominada a la Corte Suprema por el presidente Donald Trump, compareció ante una comisión del Senado el lunes, el primero de cuatro días de audiencias de confirmación, y prometió aplicar la ley “como está redactada” de llegar al escaño.
“Los tribunales tienen la vital responsabilidad de hacer cumplir el estado de derecho, que es fundamental para una sociedad libre. Pero los tribunales no están diseñados para resolver todos los problemas o corregir todos los errores de nuestra vida pública”, dijo Barret en su declaración de apertura.
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“Las decisiones políticas y los juicios de valor del gobierno deben ser hechos por los poderes políticos elegidos por el pueblo y responsables ante él. El público no debe esperar que los tribunales lo hagan y los tribunales no deben intentarlo”, agregó.
La confirmación de Barrett para reemplazar a la difunta jueza liberal Ruth Bader Ginsburg crearía una mayoría conservadora de 6-3 en la corte que podría llevar a fallos que revoquen los derechos al aborto, amplíen los derechos sobre religión y armas y ratifiquen las restricciones al voto respaldadas por los republicanos, entre otros asuntos.
Barret no aceptó preguntas en el primer día de audiencias, durante el cual los demócratas mostraron una fuerte oposición a la candidata de Trump pese a que tienen pocas esperanzas de evitar el nombramiento porque la cámara alta del Congreso está controlada por los republicanos.
La senadora Kamala Harris, compañera de fórmula del exvicepresidente Joe Biden en las elecciones, consideró “ilegítimo” un proceso de confirmación tan cercano a la elección.
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Pero el centro de atención fue el destino de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) de 2010, un logro de la política nacional del expresidente demócrata Barack Obama que ha permitido a millones de estadounidenses obtener cobertura médica.
“Creo que esta audiencia es un claro intento de colocar a un candidato a la Corte Suprema que le quitará la atención médica a millones de personas durante una pandemia mortal que ya ha matado a más de 214 mil estadounidenses”, dijo Harris.
Con información de Reuters.
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