Una mosca se llevó el debate

Una mosca se llevó el debate
Foto: Reuters

Por Claudio Ochoa Huerta

Salt Lake City, Utah.- Las alturas del Kingsbury Hall, en la Universidad de Utah estaban resguardadas por francotiradores y agentes del Servicio Secreto. En las calles de alrededor, una decena de manifestantes a favor del presidente Donald Trump, frente a otra decena del exvicepresidente Joe Biden. Insípido encuentro.

Ellos dos no fueron los protagonistas de la noche, sino sus compañeros de fórmula. Del lado republicano, el actual vicepresidente Mike Pence. Del lado demócrata, Kamala Harris, exfiscal general del estado de California y primera mujer negra en ser nominada al puesto.

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A diferencia de hace una semana, esta vez hubo mínimas interrupciones. Se trató de un debate que permitió de mejor manera el desarrollo de ideas, aunque no de respuestas. El de esta noche se podría definir como el debate en el que Harris y Pence respondieron lo que querían, no lo que les preguntaron y la moderadora, Susan Page, jefa de oficina del USA Today, en Washington, D.C. opuso poca resistencia.

A Pence le preguntaron del cambio climático y respondió sobre la postura de Biden ante el aumento de impuestos. A Harris le preguntaron si los demócratas llevarían el tema del aborto a la corte y respondió respecto al asiento que quedó vacío con la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg. A ambos les preguntaron qué pasaría si sus compañeros de fórmula no pudieran continuar en el cargo. Ella respondió sobre sus orígenes; él, sobre la vacuna contra la pandemia.

La injusticia racial fue uno de los temas que los llevó a polos radicalmente opuestos. Para Harris no se hizo justicia en el caso de Breonna Taylor, la aspirante a enfermera que murió por disparos hechos por la policía de Louisville, Kentucky, durante un cateo de drogas. Para Pence sí la hubo y cuestionó que una exfiscal como Harris asumiera que el gran jurado se equivocó en la decisión de no juzgar por asesinato a los policías involucrados.

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Al abordar el tema de la pandemia, Harris señaló a Trump y a Pence como los culpables de las más de 200 mil muertes en el país y consideró que, por ello, esta administración había perdido el derecho a ser reelecta.

Mike Pence reviró con la misma idea que ha manejado el presidente Trump: “Salvamos millones de vidas y dejamos que la gente decida en su salud”, al responder sobre la inconsistencia en el uso de cubrebocas en la presidencia y en la Casa Blanca, que vive un brote del virus con al menos 15 casos confirmados.

Con el presidente Trump enfermo de Covid-19, la salud del habitante de la Casa Blanca llegó a la mesa. Harris y Pence coincidieron que la gente debe conocer el estado de salud de quien esté al frente del país, pero ella añadió que también debería ser público su estatus financiero y aprovechó para atacar con mayor claridad y énfasis al presidente Trump por pagar mil 500 dólares de impuestos federales en los años 2016 y 2017, algo que Biden tocó muy por encima en el debate de hace una semana en Cleveland, Ohio.

México apareció en voz de Harris. Condenó que el presidente Trump llamara a los migrantes violadores y traficantes de drogas, al hablar de la visión hacia el extranjero en la actual administración.

En cierto momento, el debate se hizo soso. Lo despertó una mosca que se paró sobre la cabeza del vicepresidente Pence y contrastaba con su cabello blanco. Él nunca la notó y finalmente la mosca decidió volar.

Así, terminó el primer y único debate vicepresidencial. Las decenas de manifestantes que estaban en la calle por cada bando ni siquiera resistieron los 90 minutos. Doblaron banderas y cartulinas, tal vez en espera del siguiente. Biden y Trump se vuelven a ver las caras, si la pandemia y sus decisiones lo permiten, el próximo 15 de octubre, en Miami, Florida.

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