Los médicos del presidente Donald Trump dijeron que el mandatario podría dejar el hospital tan pronto como el lunes, pero también indicaron que estaba tomando un esteroide generalmente recomendado para personas gravemente enfermas con coronavirus.
Presionado por la información contradictoria que él y la Casa Blanca dieron a conocer el día anterior, el doctor Sean Conley reconoció el domingo que había tratado de presentar una descripción optimista del estado del presidente.
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“Intentaba reflejar la actitud optimista del equipo (…). No quería dar ninguna información que pudiera dirigir la evolución de la enfermedad en otra dirección”, afirmó Conley. “Y al hacerlo, resultó como si estuviéramos tratando de ocultar algo, lo cual no fue necesariamente cierto. El hecho es que él continúa mejorando”.
El doctor Conley igualmente informó que el mandatario tuvo “fiebre alta” y un nivel de oxígeno en la sangre inferior al 94% el viernes y el sábado.
“Como con cualquier enfermedad, hay altibajos”, aseguró Conley, quien también reveló que Trump, en respuesta a las caídas en el nivel de oxígeno, está tomando el esteroide dexametasona.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en una guía publicada el mes pasado, recomendó el uso de la dexametasona únicamente para pacientes con casos “graves y críticos” de coronavirus. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, de manera similar, sólo recomiendan que lo tomen aquellos que necesiten de un ventilador o de oxígeno suplementario para respirar.
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El presidente estadounidense, quien el viernes por la madrugada anunció que él y la primera dama Melania Trump habían dado positivo al virus, también está tomando el antiviral remdesivir.
Con información de AP.
