La exsenadora y economista, Rosa Albina Garavito Elías, dijo este domingo que no firmó el desplegado en favor del presidente Andrés Manuel López Obrador, como respuesta a una carta de más de 650 intelectuales, porque “mi responsabilidad como ciudadana que aún sueña con un país plenamente democrático y justo, no me lo permite”.
En su cuenta de Facebook, Garavatio Elías publicó una carta dirigida al mandatario, en la que asegura que “la actual reyerta de desplegados sólo contribuye a crispar más el ambiente social y político, en una coyuntura que reclama de manera imperiosa la apertura al diálogo”.
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Este domingo más de 28 mil simpatizantes del presidente firmaron una carta titulada “Por la libertad, contra los privatizadores de la palabra”, como respuesta a un desplegado publicado el jueves pasado por 650 intelectuales y científicos que acusaron que López Obrador “pretende socavar la libertad de expresión”.
El grupo de científicos, académicos, intelectuales, periodistas, escritores y artistas afirmaron que la libertad de expresión está bajo asedio en México, y pidieron parar los ataques del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En un desplegado, los más de 650 firmantes manifestaron que López Obrador utiliza un discurso permanente de estigmatización y difamación contra los que él llama sus adversarios.
Como respuesta, más de 28 mil personas expresaron su apoyo al presidente y aseguraron que “la amplia y libre difusión” que obtuvo la carta “niega de manera contundente su principal aserto: que la libertad de expresión está bajo asedio”.
Señalaron que ningún “informador u opinador” ha sido “hostigado, despedido, detenido, procesado, torturado, desaparecido o asesinado por consigna del presidente, y afirmaron que el debate público está “más vivo y vibrante que nunca”.
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Garavito Elías recordó que ha criticado en reiteradas ocasiones el actuar del actual gobierno federal y del presidente por su “desprecio por la lucha de las mujeres, las luchas de las organizaciones ambientalistas, el fortalecimiento de los órganos autónomos, las cifras de la violencia, las consecuencias del austericidio presupuestal”, así como por su “falta de respeto por el Estado laico, y la falta de observancia de los cuidados sanitarios frente a la pandemia”.
Dirigiéndose al presidente López Obrador añadió que “por respeto a mi condición de ciudadana seguiré criticando ese comportamiento tuyo. Pero por respeto a tu figura presidencial, seguiré criticando ese comportamiento tuyo”. “¿A qué Presidente democrático le puede favorecer una masa de ciudadanos acríticos?”, cuestionó la exsenadora.
La catedrática de la UAM apuntó que “no por ejercer mi derecho a la crítica”, López Obrador pensará que está denostando la figura presidencial. Además criticó que el desplegado de los simpatizantes del mandatario califica como “golpista” la carta de los intelectuales. “¿A quién en su sano juicio se le ocurre defender al presidente en esos términos?”, preguntó.
Además advirtió al mandatario: “¡Cuidado Andrés Manuel! No oigas el canto de las sirenas. En una democracia auténtica el derecho de las minorías existe y debe respetarse.”.
También opinó que López Obrador está utilizando inapropiadamente el espacio de las conferencias matutinas, pues “un presidente, sobre todo con tu fuerza política, tendría que estar convocando a un gran diálogo nacional en torno a los temas ingentes de la agenda nacional, de la dramática coyuntura que vivimos”.
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La exsenadora Garavito dijo que el desplegado de las 650 firmas, le pareció “atropellado” y “apenas un desahogo político”. Añadió que algunos de los firmantes “deberían de pedir una disculpa. No todos ni todas. Pero sí quienes legitimaron el ilegal triunfo de Carlos Salinas, o quienes pretendieron incidir en la opinión ciudadana en la elección de 2018”.
Pidió además al presidente calmar los ánimos entre sus seguidores y sus detractores. “Cuando hablas, no eres un ciudadano más. Como presidente de la República, eres la expresión de la voluntad mayoritaria, pero sobre todo de la voluntad general, que es mucho más que la primera. Y sin respeto a esa voluntad general cualquier convivencia civilizada se deteriora, y el pacto social que da vida al Estado se destruye”, concluyó.
