Los ensayos para la posible vacuna contra el Covid-19 desarrollados por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que se encuentran entre los más avanzados a nivel internacional, tuvieron que suspender operaciones debido a que uno de los voluntarios en Reino Unido sufre un padecimiento identificado como mielitis transversa.
Dicha enfermedad se trata de un trastorno neurológico que causa un daño en la “mielina” que es la cobertura de las fibras de las células nerviosas, lo que se desencadena un daño en el sistema nervioso y se caracteriza por la inflamación de la médula espinal, de acuerdo con información de Mayo Clinic.
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Algunos de los síntomas de la mielitis transvesa son dolor, debilidad muscular, parálisis, problemas sensoriales o disfunción de la vejiga y el intestino.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, señaló que el hecho de la suspensión garantiza la integridad científica de los ensayos y están sujetos a los estándares de desarrollo de las vacunas.
“Cuando surge una enfermedad potencialmente inexplicable en el participante de un ensayo, que puede o no tener relación con la vacuna que se está evaluando, investigar es una práctica de rigor”.
Y agregó: “Estamos complacidos de ver creadores de vacunas que garantizan la integridad científica de los ensayos y están sujetos a los estándares y reglas del desarrollo de vacunas“, indicó el organismo internacional.
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La Comisión Europea tiene con AstraZeneca el contrato más avanzado de compra anticipada de dosis de los que ha negociado hasta ahora, el cual le garantiza acceso a al menos 300 millones.
El contrato, que abre la puerta a la adquisición de 100 millones de dosis adicionales, se rubricó en nombre de los estados miembros y distribuiría las dosis de forma proporcional en función de la población de cada país. Los ensayos estaban en una de las fases finales de los ensayos clínicos.
La candidata a vacuna había dado resultados positivos en los ensayos iniciales y ahora está en fase tres, la última antes de obtener todos los permisos tras demostrar la seguridad y la eficacia, para lo que se estaba probando con miles de personas en Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica.
Con información de EFE.
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