El presidente Donald Trump no contempla reunirse con familiares de Jacob Blake durante su viaje a Kenosha, Wisconsin, informó este lunes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
“Los planes son reunirse con autoridades locales y empresarios para examinar los daños en la ciudad”, aseguró.
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McEnany defendió la visita de Donald Trump a Kenosha y afirmó que el mandatario no acude para obtener simpatías entre los votantes del estado de Wisconsin.
El pasado domingo, el vicegobernador demócrata Mandela Barnes pidió al presidente no acudir a la ciudad donde emergieron fuertes protestas luego de que Jacob Blake recibiera siete disparos de un oficial de policía blanco.
“Ellos han centrado la totalidad de su convención creando más animosidad y más divisiones sobre lo que está sucediendo en Kenosha”, dijo Barnes a la cadena CNN, en referencia a la Convención Nacional Republicana que tuvo lugar la semana pasada.
“Así que no sé cómo, en vista de tantas declaraciones que el presidente ha hecho, ahora pretende venir a ofrecer ayuda y de ninguna manera necesitamos eso en este momento”, sostuvo.
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El alcalde de Portland, Ted Wheeler, también culpó al presidente de incitar a la violencia, acusándolo de pasar los últimos cuatro años con un discurso racista e intolerante.
“¿En verdad se cuestiona, señor presidente, por qué Estados Unidos está viendo este nivel de violencia por primera vez en décadas? Es por usted”, dijo Wheeler en una rueda de prensa el domingo. “Usted no trae paz. No trae respeto a nuestra democracia”.
Los disparos del 22 de agosto contra Jabob Blake, que ocurrieron delante de sus tres hijos, convirtieron a Kenosha, una ciudad de población mayoritariamente blanca al sur de Milwaukee, en el nuevo foco de las manifestaciones en Estados Unidos contra la brutalidad policial y el racismo.
