Pumas castiga al ‘fiestero’ Alan Mozo… Y Cruz Azul hace lo propio con Ceppelini

Mozo, en un partido del torneo pasado, acompañado de Carlos González. (Foto: Mexsport).
• Los jugadores del Club Universidad y La Máquina estuvieron de fiesta hace unos días, y hay señalamientos graves sobre el defensa, quien se habría contagiado de COVID-19 de forma intencional.

El diario Récord destapó este jueves que el mediocampista de Cruz Azul, Pablo Ceppelini, organizó una fiesta en su casa al sur de la Ciudad de México, en la que estuvieron entre otros invitados, Alan Mozo, defensa de los Pumas.

De acuerdo con la información, Ceppelini prestó su domicilio para una fiesta organizada por un sujeto apodado ‘El Orejas’, quien supuestamente se dedica a armar las reuniones para los futbolistas de los Pumas.

Según la columna ‘El Francotirador’, los hechos ocurrieron el lunes 17 y en dicha reunión, el lateral derecho del Club Universidad, Alan Mozo, habría terminado alcoholizado y se afirma que presuntamente se contagió intencionalmente de COVID-19 al usar el cubrebocas de su compañero Alejandro Mayorga (quien ya había dado positivo), mientras cumple un programa especial para bajar de peso y recuperar la forma futbolística.

Tanto Mozo como Andrés Iniestra dieron positivo de coronavirus el 22 de agosto y no fueron considerados para el partido de la Jornada anterior ante los Tigres, mientras que Ceppelini sí tuvo actividad con la Sub 20 de Cruz Azul ante San Luis.

El Club Universidad se pronunció sobre lo revelado por el diario Récord, que sustenta la información con una fotografía en la que aparecen Mozo, el apodado ‘El Orejas’ y Ceppelini, e informó que el defensa se hizo acreedor a una multa económica y suspensión de un partido por romper con los “estatutos de sanidad internos”.

Por otra parte, aunque Cruz Azul no lo había hecho público al momento de redactarse esta información, se supo que el uruguayo Ceppelini, quien no ha jugado con el primer equipo en este torneo, también recibió una sanción, y tanto el técnico Robert Dante Siboldi como Jaime Ordiales, director deportivo, hablaron con él para advertirle que no tolerarán más comportamientos de ese tipo.

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